Siempre preferí el slip, aunque dicen que trae problemas
Rent a flat above your shop
Cut your hair and get a job
You´ll never understand
How it feels to live your life
—No, idiota. Está enamorada.
—Pero si no la conozco.
—Claro que la conoces. Desde siempre, en tus sueños.
Humildad
Basta de considerar a la humildad como la capacidad de mostrarse bueno mintiendo acerca de lo que uno piensa de uno mismo.red
Una nube gris, casi marrón navegaba lentamente por el cuenco azul. De lejos, a través de la ventana, el día pintaba el paisaje, con un pulso suave, constante. Unas acuarelas celestes comenzaban a dar paso a naranjas intensos.Mientras, tu espalda roja brillaba con luz propia. Tus hombros anchos se encongían. Todos tus movimientos eran captados por mis ojos, como pequeñas polaroids con pequeños destellos y flashes. Todos tus gestos, tus temblores imperceptibles se almacenaban de alguna forma en un pequeño fascículo oculto en mi biblioteca. Mis días cerca tuyo yacían dentro de ese tomo, como flores marchitas, aplastadas. Aún guardaban su perfume, aunque el tiempo contaminaba todo, y las páginas (y los pétalos) comenzaban a amarillearse.
Otra nube circulaba de derecha a izquierda, y mutaba acompañando tus impredecibles movimientos de espalda, tu pelo cayendo caprichosamente sobre la remera roja, y tus manos ocultas, tus brazos apenas asomando, tus codos recostados en la mesa, tus ojos flotando en el cielo, como dos pastores de nubes, paseándolas de un lado a otro.
Y las acuarelas se mezclaban, el día pasaba, la gran roca giraba lentamente, rodaba, y tu espalda roja latía, se enderezaba, se movía lentamente, y nada me costaba imaginar tu mirada, tu rostro, justo del otro lado del eclipse de tu cara, tu pelo.
Yo era ese pequeño observador, ese relator en tercera persona que te miraba a través del espejo de la realidad, y mis sueños se estiraban para tratar de tocarte. Mis manos temblaron lentamente y el día desaparecía, en el momento justo en que vos desaparecías, y tu espalda roja se alejaba del espejo, y me costaba hacer foco, como siempre, y sólo divisé una mota rojiza, una pequeña pelusa de tu remera, un pequeño hilo rojo que nos conectaba, que nos desconectaba, y lo tomé y guardé en el tomo gastado, cerca de las flores, junto con otra flor marchita, junto a otro día pasado.
El sueño del pibe
Pearl Jam... allá vamos
Central 1 - Newell's 0
Me hubiera gustado mucho estar ahi.
cantar hasta
quiero estar ahi, el viernes, cantando muy despacito para que se me
note la aspereza del cigarrillo en la garganta y la pequeñez en el
trazo que dibujan mis manos cuando canto, cantándote desde lejos al
oído, cada vez más despacio, hasta que se agote el murmullo, hasta
que el de la última fila tema hablar por ser imprudente, hasta que
todos escuchen mi respiración, hasta que se me quiebre la voz y tenga
que cerrar los ojos para no pasar vergüenza, hasta que termine esa
canción y me sienta tan insignificante, como antes.
shorar
Llegué del trabajo con mi pullover gris, una camisa a finas rayas
blancas y celestes, pantalón azul, campera.
Había sido un largo día laboral, muy productivo. Era viernes y estaba
solo. Solo en serio. No como cuando uno dice "estoy solo", por decir
algo triste. Estaba solo en serio. No tenía nadie a quién llamar, ni
visitar. No tenía nada. Sólo tenía mi casa, mi heladera vacía, mi
mesa de luz, mis zapatos.
Entonces me senté en el borde de la cama, mirando al este, once de la
noche y me quité los zapatos.
Hice la cama, descalzo, con extrema prolijidad. Ordené algunas cosas
en la habitación. Apilé unos libros. Me senté en el borde de la cama,
descalzo. Me tapé la cara con las manos. La luz del living entraba y
se intrometía entre mis dedos entreabiertos. Sentí mi pecho estallar.
Me quité el pullover y la camisa y los doblé obsesivamente sobre la
cama de al lado, como si me fuera a ir de viaje mañana. Volví a
sentarme, esta vez frente a mi ropa ordenada, mirando hacia el oeste.
Y comencé a llorar. Mi cuerpo se sacudía hacia adelante y hacia
atras. El diafragma sin piedad. Los ojos estallaban. Las lagrimas una
tras otra, en la sucesión de eventos en mi cabeza. Las lágrimas
frente a mí mismo. Llorar y llorar. Una o dos horas. Con la boca
torciéndose y el mentón frágil. Toda mi fuerza apagada, todas mis
ganas de vivir en el piso. Llorar hasta renovarme. Llorar hasta
descubrir mi condición de hombre. Preguntándome cuántas personas
están llorando conmigo en ese momento.
Recuerdo esa noche extraña todos los días. Ese instante de máxima
debilidad, sinceridad, aislamiento y comunión. Como tantos otros.
Como todos esos días viernes que no puedo evitar llorar y
preguntarme: Cuántos están llorando conmigo en éste momento?
Nosequé (space between)
Brief de persona standard
Interpretaba correctamente esas señales que parecían ocultas a todas las demás almas. Reconocía rastros de verdad entre las costras de mentiras y absurdas promesas de cambios.Descubría sin demasiado esfuerzo las mañas que gobernaban el sistema opaco en el que se encontraba sumergido, casi ahogado.
Recorría las costas en los inviernos vacíos de personas y llenos de arena y olas para él solo.
Descendía de la nube oscura de la ciudad hacia mares colmados de sueños de libertad
Regalaba sonrisas y miradas perdidas sin esperar a cambio recompensa alguna.
Optaba por no dividir el día en horas. Extendía el tiempo hacia delante y atrás, y la vida era un segmento de puntos infinitos para anclar y recorrer libremente.
Prefería las lluvias densas y fuertes y caminaba descalzo y hundía sus pies en el barro. Sentía la tierra girar bajo sus pies. Se aferraba al pasto y estiraba su cabeza hacia atrás. Navegaba por el universo.
Se desprendía del hilo conductor, rodeaba senderos acostumbrados, olvidaba con la misma facilidad que recordaba.
Se reconocía como una de las tantas espigas flotando suavemente al viento, y sin engaños, se veía a sí mismo madurar, y sin temor, a veces se sentaba a escuchar el sonido semi-distante de la guadaña.
Atravesaba el espejo. Lo real era lo que circundado por lo irreal. Los sueños lo acompañaban un par de horas luego de despertar, prendidos de sus talones y de sus ojos.
Los amaneceres florecían en su interior, y abría los ojos todo lo que podía para mirar directo al sol. A veces corría. A veces reía solo. Muchas veces en su mente se desataba una lluvia de lagrimas.
Se dejaba llevar por la brisa de la mañana. Entonces caminaba dando pasos largos, casi flotando.
A veces flotaba.
A veces se sentía atravesado por un rayo de luz. Y brillaba. Por las noches apagaba su alma incandescente con un suave suspiro, y lanzaba a la atmósfera el perfume de su vela interior.
Siempre, eso es seguro, se sentía vivo.
mendoza a la siesta
Haciendo el amor con voz
Todo lo que siempre quise de la vida: un auto
*
Extraigo cuidadosamente la foto del ropero, justo detrás de la caja de mocasines.El olor de los sobretodos me voltea. Humedad. Pasado. Oscuro porvenir.
El arbol familiar pintado en la foto, y sus ramas raquíticas y sepia que tienden sus dedos tratando en vano de abrazarme, de atarme a esa época. Siento el cruce temporal, escucho los quejidos de las almas atrapadas en ese instante, en el patio de la antigua casa, un aparente dia de otoño. Abrigos, bigotes, pantalones largos, pelos cortos y prolijamente acomodados en la cabeza.
Y una oscuridad abismal en sus ojos. La oscuridad del tiempo infinito alojado en el papel. Muevo el indice, por la foto, recorro sus caras, dibujo sus ropas, toco sus bigotes, sacudo las hojas de los árboles, y comienzan a caer, lentamente. Giro el dedo y una nube rueda, marrón, turbia. El tío Carlos me mira con esa cara obtusa, ajena, sintética. Empujo un poco a la abuela, la muevo más cerca del limonero, casi sobre el charco de agua. Ajusto el cinturón del abuelo, junto unas flores de la enredadera para Amalia y las dejo en su regazo, sobre la hamaca.
Guardo la foto detrás de los zapatos. Escucho murmuros, lamentaciones, ruidos de almas atrapas en un segundo de tiempo, en un trozo de papel.
21: 38
Inoperante. Tipeo al azar, los dedos resbalan por las teclas y las palabras se deforman en el monitor, adquiriendo nuevos y complejos significados. Los dedos son esos pies que tropiezan por las teclas flojas y se hunden en las ranuras polvorientas. Escapo. Fallo. Prueba y error. Pienso en los 82 contactos del messenger. Cuantos tienen uds? Dos personas conectadas, una de ellas a dos pasos de distancia, a un par de decibeles de distancia, a un par de grados de distancia.82 contactos y no me sirven y no me importan, porque resbalo sobre las teclas, porque fallo, porque me desvanezco entre el ASDFG y el HJKLÑ.
Online(2)
Offline(80)
Uno a mi lado, otro ocupado y sin importancia. Ya las tardias 21:42, y dónde estoy, dónde estás, dónde estamos. Me voy, me escapo, me refugio entre la U y la J, del lado de la H. Me acurruco entre el polvo y las migas y me hundo en un profundo sueño, guiado por el suave teclear, por el suave y torpe resbalar por las teclas, inoperante, sin sentido.
Praga a las 14
El día se me cae sobre los párpados, tarde, como a las 14.
Decidí caminar porque el aire parece de una ciudad recién pintada, de
una primavera excesivamente puntual. En remera por el centro, como
hace unos meses, descubriéndome en las vidrieras largas, viendome
caminar a dúo.
Detrás de un muro están las montañas, como si no hubiera más ciudad
detrás de eso, y en el horizonte asoman esos nuevos picos salpicados.
Y entre todo este esplendor trato de construir una nueva era, un
nuevo almohadón donde sentarme a mirar la vida desde el lado de
afuera de las vidrieras. Este día podría ser un día en Praga.
Mac Mini
Sencillamente impresionante. De escasas dimensiones y peso.
Ahora trabajo con eso adelante mio y no se puede creer.
Quiero una.
Boom-e-rang
Trazo
Un trazo de tiza blanca sobre la superficie irregular del asfalto. Un boceto de rayuela un poco más complejo, garabateado desde el borde de las acequias hasta el puente de la casa de enfrente. Unas rayas verticaloides, pocas curvas, un mapa complejo de vida, una rayuela un poco más indefinida, más conceptual. La línea de la vida asomando, apareciendo, cruzando, navegando la calle. La línea de la mano calcada sobre cemento-asfalto. La vida rayada ásperamente en un trozo de asfalto. La vida que construimos, la vida que dibujamos, que trazamos como un mapa para poder recorrer, para tirar una piedrita, esconder la mano, agachar la vista, ver donde cae, y luego correr, saltar sobre los infinitos puntos y esquivar el cráter de la piedra, ese punto horrible de la vida que creaste, que mejor lo pasamos de largo.Mejor tomás de nuevo esa piedra y la arrojás sobre otro casillero de mi vida, y lo contaminás, y mientras la calle se ennegrece y los casilleros se apagan, realizás tu absurdo camino hacia ese cielo pintado en el puente de la casa del vecino, enfrente de mi casa, enfrente de mi vida.
Tu sonrisa es lo más maravilloso que he visto sobre la faz de la tierra conocida
Rumores de personas alrededor, arriba. Comentarios susurrados, escondidos entre manos y orejas y ojos saltones. De lejos el sonido de una ambulancia.
LUFS238
Todavía estoy pensando...
i want to live with common people like you
Sing along and it might just get you thru´
Laugh along even though they are laughing at you
Because you think that poor is cool
With no meaning or control and with nowhere left to go
You are amazed that they exist and they burn so bright
Whilst you can only wonder why
Gente común
I want to do whatever common people do
I want to sleep with common people like you"
Well what else could I do?, I said "I´ll see what I can do"
Unos y otros
SKIP
Partículas azules, de esas que remueven toda la mugre en las publicidades. De esas que atraviesan el tejido en busca de manchas oscuras. De esas que nos hacen tanta falta. Tomo una dosis de Skip Ultra, y agito mi cerebro, en busca de un lavado profundo de mi consciencia. Horrible. Grito, me sacudo. Las perlas azules penetran mi tejido y lo destrozan. Mi cerebro se desarma, lentamente, pierdo conexiones, la sinapsis flaquea, los ojos se desorbitan, la espuma chorrea boca abajo, la gravedad me hace caer. Despierto húmedo, atado a un alambre, dos broches de madera astillada sujetándome por los hombros. Soy sólo pellejo al rayo del sol, al semi-viento, flotando como las nubes de arriba, nadie viene a llevarme, nadie me plancha, no hay más prendas a mi lado. Mi cuerpo y mi mente en blanco. Un lavado profundo. Todavía corren hilos azules por mi mente. Algunas burbujas flotan en la mañana, llenas de pensamientos, llenas de mis recuerdos, de mis ideas, de mis sueños.Y se alejan.Mi vida se decolora, mi consciencia está tranquila. Mi mente absorbe la luz, y la refleja totalmente. Mi cuerpo genera una sombra translúcida sobre el patio.
Bizarro
De golpe desperté frente a mil personas a las que se les salían los ojos, y gritaban.No entendí nada durante los 40 minutos que estuve ahí arriba. Es un juego de histeria que me divierte muchísimo, pero que no se puede procesar en tiempo real.
Dos horas más tarde estaba ingresando en la ebriedad, entre esas mil personas, ya no enfrente, sino entre. Y me miraban sin delatarse. Algunos me tocaban sin animarse.
Dos horas más tarde estaba tomando una mano mucho más joven y sintiendo el perfume del pelo de una chica casual, preguntándome retóricamente qué estoy haciendo aquí & ahora.
Anoche fue una sucesión de anécdotas de 2 minutos durante 10 horas.
Costo oportunidad
encaneciendo
Voy encaneciendo. Encendido en el monitor, despejando dudas e ideas y personas y palabras, y el pelo oscuro que en hebras se decolora, como una suave telaraña anudando mi cabeza.Los codos casi sobre la mesa, mientras el tiempo pasa aletargadamente, y el monitor que parpadea ausente, perdido en otra cosa, en otras ideas. La vida se deshace con el viento, y el frágil recuerdo de tus pasos sin retorno por el pasillo, y la imagen horizontal, y mi cabeza en la almohada, fingiendo estar completamente dormido, y el ruido de las llaves que cierran eternamente la puerta entre vos y yo, la exclusa por la que dejamos encontrarnos y chorrear un poco por el mundo, para secarnos al sol, para secarnos con las sábanas de mi cama, una y otra vez.
Encaneciendo, blanqueando mi pelo con nieves de inviernos que pasan, arrugando mis manos como hojas otoñales y descascarando mi alma, puliendo mis ideas, cristalizando mis ojos en este monitor, mientras el día se apaga y se enciende, intermitencias lumínicas como parpadeos, como motas de polvo apareciendo y desapareciendo en la gran oscuridad.
Solicitada
noche de cine
El viernes a la noche anduve por el cine. Fui a ver una película que ya había visto de forma pirata, pero que sabía que tenía que ver. Sin city, y no me interesa comentar esa película, aunque voy a dejar caer para los incautos que se trata más de un comic que de un largometraje. Y es que la película es la mejor adaptación de un comic jamás hecha.Además de la película (que me parece lo más) rescato lo bueno y lo malo de la noche, lo inn y lo out:
lo bueno (inn): pasada una hora de la película, varias personas sentadas en las últimas filas (tal vez por una especie de premonición) abandonaron la sala con una cara muy larga. Y eso es bueno. Las mejores películas que vi en cines caretas de la onda Village Cinemas coincidieron misteriosamente con la huida de la sala de varias personas. Eso es una buena señal, lo aseguro. Me sentí todavía más a gusto con la película.
lo malo (out): celulares sonando, y la gente que no los apaga, sino que se contenta, para descontento de todos los demás, de atender, y decir que sí, que es verdad, que el ruido es de la película, y que no, no se a qué hora termina, pero que bueno, al parecer tiene para rato, y no te hagás drama porque al final el malo se muere, según lo que me contaron en el "curso de cocina al microondas", no, el curso de "uso y abuso de celular lo aprobé con 10".
nota aclaratoria: prometo averiguar quien fue el inventor de la combinación pop corn( a.k.a pochoclo a.k.a.pororó)con película de cine, pero mi hipótesis es que:
a) comenzó a ser un proyecto para gente sorda, o para cine mudo.
b) comenzó siendo una burla y devino en un tiro por la culata.
como sea, basta.
Intimo
Apagamos el televisor, aunque reina esa atmósfera fluorescente y ese zumbido imposible de callar. Apagamos el televisor y suena un zzzzzzzzzz violento que se extingue al doblar una curva temporal y espacial, y nuestros oídos quedan despabilados una vez más.Nos hundimos en el silencio incómodo. Un silencio de motos que doblan por la otra esquina, un silencio de un avión lejos que aterriza, un silencio de personas caminando y hablando de cualquier cosa para que el tiempo pase. Ese silencio incómodo, íntimo. El silencio incómodo de apagar todos los sonidos arrojandoles silencio, apagar todo y sólo mirarnos, encender nuestros oídos como dos chispas en la oscuridad, y escuchar tal vez la voz de alguien en Moscú, o el latido de un recién nacido en la India.
El silencio incómodo de la intimidad, lo que nunca tuvimos, lo que nació muerto, lo que perdimos intencionalmente en el ruido de afuera. Nos sentimos íntimos por un instante, aguardamos, el mundo casi casi es nuestro, una mujer en Bruselas se ríe de algo, y una onda de radio del espacio interfiere una conversación entre empresarios de Vietnam. Nos esparcimos, nos volatilizamos, atrapamos suspiros de una noche de sexo polaco.
Entonces suena tu celular, y el mundo vuelve bruscamente a esa íntima anormalidad.
congelamiento global
Se condensa, lentamente. Espera impaciente del otro lado de la ventana. Un vidrio, o tal vez blindex barato separa sus huellas digitales del blanco y frío exterior. Ese invierno que, aseguran quienes menos saben, "llegó tarde pero se va temprano", es el que lo mantiene apretado, acurrucado, congelado entre paredes secas y carbones apagados y unas debiles lenguas de fuego que juegan a extinguirse para aparecer momentáneamente, aunque se sabe, se imagina, el fuego al final cede, la luz del revelado polaroid se cubre del velo nocturno, y las brasas se abrigan con la oscuridad total. Las ventanas reflejan pálidamente las veredas, las baldosas, las acequias, y él se condensa, lentamente. Susurra una letanía contra el frío. Inservible, imbécil. Ahoga un trago de saliva y recuerda esa palabra cruda que yace sobre un plato playo: imbécil. Recuerda esa carne roja, la sangre desbordando la cerámica, y cada gota de sangre que cae al piso susurra un imbécil que se agota, que apenas llega en ondas gélidas hasta su oído, y unos ecos efímeros se expanden sobre el lago helado de la habitación.Imbécil, y casi es ese llamado a la puerta que ya no espera. Otra gota, plip, otra, para decir todos los imbéciles que no se merezca, mientras hunde su nariz en un cuello de lana, mientras hunde sus ojos en las gotas rojas de la hiriente palabra imbécil. Otro más, otra burla más, otro oleaje mudo de frío, otro tiritar de la ventana, y ese congelamiento global en el que todos se sumen, y ese imbécil a la mesa, helado, para servirse, para degustar, para mordisquear.
Se condensa, se evapora, se evacúa, se interrumpe. Plip, plip.
40 meses
Alicia
Bajo mi espalda superpoblada de huesos hay un corazón artificial que late naturalmente.
Bajo las letras en mi espalda hay piel que siente tu piel embellecerse más, y siente el candor de tu aliento al hablar, de la A a la Z.
El entretejido modular de mi alma es causa-efecto de mi asimetría corporal.
No hay carne bajo esta piel, hay sangre fluyendo. Abrazame para que podamos cuantificar mi fragilidad mientras fumo el perfume de tu cuello y me pregunto retóricamente por qué estás conmigo aquí & ahora.
Foto: Nicolás - 03/03
Marzo 03
En aquellos días la vida era muy distinta y contrapuesta a este hoy, en el que vemos manifestarse algún tipo de evolución personal y conjunta. No he sacado muchas fotos atinadas a amigos, ni muchas a amigos atinados.
Ahora pueden ponerle un semi-rostro a los escritos de Nicolás. En aquel momento el lente captó escasos rasgos de su cara.
La foto es de Telex.
Septiebre 04
Las fotos que me gustan de mí son aquellas en las que no poso, sacadas de imprevisto en un momento crucial. Además tienen un lazo afectivo con alguien, con algun lugar, con algún contexto. La banda, la remera de vietnam, las letras en el atril (?), Mendoza, la gente que estaba ahí, el día después. Mi figura debe estar sugerida, no hay ninguna foto de cumpleaños en la que salga bien. Esta se podría cortar para darle un mejor encuadre.
Ese día estábamos nerviosos rogando porque caigan 30 personas. Yo estaba nervioso.
Un domingo a la 1 am nos fueron a ver 160 personas. Por primera vez la gente cantaba delante mío (me acuerdo de una flaca en la barra, con una luz en el pelo)
La foto es de Alejandro para F&MAdv.
Gente grande
Charla de café
gente al pedo
Desde mis paseos y mis vueltas por internet, hice un par de cosas a las que podria titular de "productivas". No me acuerdo de todas. Tampoco fueron muchas. Estas son algunas:* Encontré, obsesionado, un libro de Tolkien titulado "Las aventuras de Tom Bombadil". No es un buen libros, son poemas, pero era inconseguible, y bueno, me sentí sumamente bien luego de una noche de verano totalmente dedicada a eso.
* Encontré una página con todas las tablaturas de Soundgarden para guitarra, y otra con todas las de Days of the New, incluyendo unos videos muy agradables.
* Me contacté con John Howe, dibujante de las portadas y libros ilustrados de " El señor de los Anillos". Un dibujante que, en su género, es lo mejor de lo mejor del mundo.
* También me contacté al final en vano con dos diseñadores: uno llamado Cosgaya, y el otro llamado Jorge Frascara.
* Hablé unas cosas con un dibujante yanqui de comics llamado Travis Charest.
* Encontré buscando y buscando y buscando el mail de Rodrigo Fresán, un escritor argentino que despierta tanto interés positivo como negativo. Yo me sumo a la primer partida de criticos. Y tuve la oportunidad de agradecerle por sus libros, hacerle saber lo que me parecian, y recibir respuestas sumamente humildes y amables.
* Mi último hallazgo fue una pagina para bajar audio y videos de pearl jam que no he encontrado en años, y es lo más de lo más.
No me siento orgulloso, pero algo es algo. Tal vez mejor que andar posteando comentarios mala onda por algún tipo raro de orgullo que se traduce en falta total de carisma, respeto por uno mismo, buenas costumbres, inteligencia, salud mental y cosas importantes para hacer en la vida. Por eso, por qué no tratar de buscar cosas un poco más interesantes, y dejar en paz a los que, de una u otra forma, tratan de seguir su rumbo?
Se trata de gente incapaz de ver la luz al final del camino. Lástima.
Por otro lado, agradezco una vez más y las que sean necesarias a aquellos que se abren a este blog, con las mejores intenciones. Porque nadie los obliga, y tienen la capacidad de elegir un buen camino.
Contestador telefónico
Me transformo en tus polaroids gastadas y borrosas guardadas en ese baúl sobre el armario. Me oscurezco entre la oscuridad. Me ahogo en tus lágrimas, me refugio en mis sueños, me aparezco en tus sueños, me desarmo frente a tu mirada, me ato a tus pies, me recluyo en mis ideas, me encierro en tus ideas, me ramifico por tu habitación, me desdoblo en tu mente y con un suspiro, que es sólo el silencio de la soledad, me desbarranco hacia el olvido.
Otro suspiro. Un boleto viejo se asoma entre las manos cerradas por el frío. Otro suspiro, y hace un tiempo incalculable que estoy parado esperando el tren, nuestro tren. Hace un largo tiempo que espero ese tren gigante que somos nosotros dos, ese tren que avanza impulsado por nosotros, impulsado por nuestras risas y lluvias y amaneceres y atardeceres. Espero con el boleto, con el permiso, con el justificativo de porqué me fui, porqué abandoné el tren. Lo espero de nuevo, esperanzado, asustado, convencido.
Y el viento, el tiempo, comienzan lentamente a agitar el campo, lentamente agitan el boleto en mi mano. Lo sostengo con todas mis fuerzas, lo aprieto entre mis manos temblorosas, lo froto contra mi campera.
El viento, el tiempo, me encuentran solitario en el andén, en mi propio andén esperando mi propio tren.
El viento cambia, de lejos, en la curvatura del mundo, y agitado juega con unos pétalos primaverales, unas risas veraniegas, y un sonido, probablemente, seguramente, el mejor sonido que jamás se haya posado en mis oídos. El sonido del tren que se acerca.
Me acurruco en la campera, estiro los ojos, estiro mi cuerpo, me pongo en puntas de pie, sostengo mi boleto como si se tratara (¿acaso no se trata?) de mi vida, y sí, es claro, es el sonido lejano, distante, hermoso, de nuestro tren. La hierba se sacude suavemente, las vías emiten un RE limpio y metálico, apenas como un zumbido, y desde la curvatura del horizonte veo que aparece, veo que aparecés, con todos los vagones, igual a cuando descendí.
Espero el tren y llega y subo, y arrancamos, a toda velocidad, y flotamos sobre las vías, porque no las necesitamos, y volamos, y ahora entiendo, no hay un sólo camino posible para nosotros: hay miles, que se ramifican como árboles, como los árboles de abajo que comienzan a vestirse de tallos y primaveras, o como las pequeñas plantas que trepan y tapan las vigas, y pienso, y esto será lo último que voy a pensar ahora, que espero que el pasto crezca ahí donde en apariencia hay un sólo camino. Espero que la tierra tape las únicas posibilidades que somos capaces de ver para mostrarnos las infinitas posibilidades que hay en el cielo. Para que nos enseñen que sí, después de todo, no necesitamos vías si tenemos con quién volar.
Como no puede ser de otra forma.....a Eli.
Por eso debo desquitarme, para que el tiempo y las palabras desagoten esta pileta donde nadan mis ideas, mis pensamientos, mis sentimientos. Por eso escribo cosas, porque sé que no hay nada más, nada que necesite más que descargarme, que abrir la escotilla y enviar lejos todas las ideas, transformarlas, mezclarlas con la realidad, porque de eso se trata. La irrealidad que vive en la cabeza tomando senderos que conducen a la realidad que nace y que habita y se reproduce y muere en el mundo exterior, ese por donde muchas (tan pocas) veces nos vemos, por donde solemos cruzarnos.
También escribo esto, y te lo envío, para construir puentes entre tu mundo real y mi mundo imaginario, para que puedan cruzar entre nosotros un par de sensaciones, un par de palabras, y un par de silencios. Por eso trazo ideas como rutas, para tratar de atraerte y verte pasear y recorrer mis ideas, mis palabras. Porque lo único que necesito es saber que estás en algún lugar en el huerto de mis pensamientos, recolectando algún fruto que sea de tu gusto. Necesito estar tranquilo dentro de mi casa pero tener la alegría de saber que paseás por mis laberintos, por mis jardines de sueños e ideas, que disfrutás jugando con las ideas sueltas, con las metáforas que vuelan cerca tuyo, con los puntos y las comas, con las oraciones que contruyen tramas en el suelo, con las nubes rodando por el cielo, con las pequeñas historias alojadas debajo de cada piedra.
Porque desde la ventana de mi habitación te observo entre los jardines, observo los pequeños paréntesis de tu rostro, observo tu pelo flotando, observo tus manos rozando suavemente la hierba que crece junto con mis ideas, junto con mi alegría.