Reclamo sincero

Revista Barcelona, Abril de 2008

Websura

Odio MySpace.
Odio Facebook.
Odio Fotolog.

Ejes

Este post queda acá, como otros tantos cientos, perpetuado, condenado a ser leído por mí o por algún visitante casual dentro de unos años. Poco interesante será para el usuario paracaidista el contenido de este texto. Existe la posibilidad de que un 20 rojo me embista en un futuro incierto y haga imposible la relectura de estas líneas, pero eso no me preocupa en este momento, más bien es algo que uno tiene (y debe tener) presente en ciertos momentos y que no descarta en lo absoluto, dada la aleatoriedad de sucesos que puede alterar mi curso, aún cuando intente evitarlo.

Funcionará también como un GPS, que me recordará dónde estaba parado en este momento preciso del espacio-tiempo. Así podré en ese futuro incierto contraponer un breve dibujo sobre quién soy y lo que hago ahora con la persona que sea en ese momento, que seguramente será distinta y habrá renunciado a parte de lo que tengo ahora para adoptar otras riquezas.

Para ser más sincero el experimento consiste en poder marcar dos puntos en el tiempo y determinar la dirección de la recta que los une. A su vez se podría unir con puntos anteriores. Estoy seguro que la dirección de la recta se moverá intensamente hacia un lado o hacia otro. Si trazamos con otro color, sobre el mismo plano, la recta de la boludez atómica, podré determinar la cercanía de mi realidad a la misma. Creo que en muchos casos será temible la cercanía o incluso la superposición, a tal punto que tal vez olvide por donde iba mi recta un día como hoy. Ese es simplemente, el experimento.

Mis días transcurren moviéndose sobre dos ejes: En un sentido el trabajo que crece y que cada semana ofrece nuevas oportunidades, ideas e incluso el mismísimo hastío. Esta sensación de embolamiento absoluto que pueden producir circunstancialmente los compromisos asumidos es interrumpido por la disposición musical que me ataca en los últimos tiempos, sobre todo desde que terminé mis estudios universitarios. Es como si ese espacio ocupado durante 6 años con cuestiones académicas fuera inmediatamente reemplazado con pensamientos acerca de la música, la instrumentación y la armonía.

Tanto es así que entrado este año me dispuse con entusiasmo y tezón al aprendizaje del piano y descubrí asombrado cierta facilidad y predisposición a ejecutar el instrumento, aún bajo el método autodidáctico. Actualmente puedo tocar con buena precisión varios temas de Radiohead e incluso cantar. No logro aprender a leer con fluidez la clave de fa en la partitura, pero luego de varias horas llego a descifrarla y eventualmente a interpretarla.

Entre ayer y hoy invertí varias horas en el perfeccionamiento de un tema que compuse en el piano. Hoy estaba realmente emocionado de cómo podía tocar una canción que hace algunos meses me hubiera sido imposible imaginar y que además tiene una cuota de complejidad que la hace interesante.

El eje laboral se distribuye entre distintas labores: las clásicas desde hace varios años para las empresas a las que les debo mi sueldo y distintos trabajos independientes.
Pero en este último tiempo han surgido una serie de trabajos maravillosos.

Contra todo pronóstico de un amigo (Daniel) he conseguido trabajo como tipógrafo, para una fundidora de un argentino radicado en Holanda. Debo decir que tuve mucha suerte de poder conseguir esta oportunidad a sólo días de haber "terminado" mi primera fuente. Estamos trabajando duro en una fuente, que es una digitalización de una tipografía de los 60. El primer trabajo como diseñador de tipografías, por ahora más enfocado en la producción y el aprendizaje que el diseño en sí mismo. Pero voy complementando con mi propio proyecto, que es una revisión del que desarrollé para mi tesis y que si bien fue un trabajo agradable, dista de la profesionalidad que se requiere en estos casos y que voy adquiriendo lentamente.

Por otro lado el diseño de dos artes de cd para artistas de grueso calibre me abre un campo que siempre me pareció por demás interesante y que espero se termine de concretar, además de traerme nuevos trabajos del rubro. No me creo que en unos meses va a haber en las disquerías del país (y del mundo) un trabajo mío.

Vuelta con la banda en unos días, estamos armando algunos de los nuevos temas de Radiohead que me vuelan la peluca a 20 metros de distancia.

Varios conciertos en el último tiempo: Café Tacuba dos veces, Aloras e Interpol.

El plan sigue con unos meses más de laburo intenso (que viene encauzado dentro del plan global), con una mini expansión en el medio, pero sin arriesgar mucho.

Luego habrá unas merecidísimas vacaciones en Camboya y países aledaños (viene perfilando para Septiembre) con tour musical incluido. Telex y LucasNam se embarcan en la aventura musical por los bares de Asia, donde según dicen, se paga muy bien y hasta podríamos recuperar el dinero del pasaje.

Lejos de las coordenadas musicales o laborales están las chicas, que se abalanzan sobre mí ante la primera distracción, no se pueden resistir a mi encanto. La pared de la cocina está toda salpicada con tinta china por una negligencia de mi compañero, así que ya veremos cómo lo arreglamos. Estoy escuchando el soundtrack de Once, más precisamente el tema "Say it to me", que es encantador.

Y ahora sigo viendo las impresiones de las letras y determinando las correcciones que tengo que hacer para mañana, con la mayor agudeza posible, pero con la duda de que, tal vez, esté todo como el orto.

Archívese.