Bizarro

De golpe desperté frente a mil personas a las que se les salían los ojos, y gritaban.
No entendí nada durante los 40 minutos que estuve ahí arriba. Es un juego de histeria que me divierte muchísimo, pero que no se puede procesar en tiempo real.

Dos horas más tarde estaba ingresando en la ebriedad, entre esas mil personas, ya no enfrente, sino entre. Y me miraban sin delatarse. Algunos me tocaban sin animarse.

Dos horas más tarde estaba tomando una mano mucho más joven y sintiendo el perfume del pelo de una chica casual, preguntándome retóricamente qué estoy haciendo aquí & ahora.

Anoche fue una sucesión de anécdotas de 2 minutos durante 10 horas.

Sobre...