La plata es de Mirta

Yo no quiero la plata, por mí dásela a Mirta. ¿Qué son? Veinte, treinta lucas, ponele. Yo ya estoy, la piloteo. ¿Qué voy a hacer con eso? Hace unos meses ella me contó un proyecto que tiene. Está un poco harta de la oficina y es lógico. Lleva 24 años laburando en una dependencia de la API de ocho a dieciséis y hace tiempo que viene pensando en una movida como para independizarse. Los tipos de la oficina son insoportables y se rascan todo el día. Yo los he visto sopando un bizcocho en el te mientras hay una cola de 75 personas llena de jubilados que no aguantan parados más de media hora. Algunos se ponen un poco las pilas, pero son dos o tres. El resto llevan clavados ahí una eternidad y ya les importa un cuerno todo. No se les cae una idea, viven aplicando la ley del mínimo esfuerzo y piensan quedarse ahí hasta el fin de los tiempos. Los que más o menos tratan de mejorar un poco la situación viven reventándose contra la pared. Dejalo ahí, Jorge, no te enquilombés con eso, tomátelo con soda. Iriberri viene recién el 15 y no creo que revise esas cosas. Si te ponés a arreglar todo ahora en un mes no tenemos nada para hacer y la idea es que haya algo para hacer, sino nos pegan un voleo en el orto y al cabo de un rato quedamos cuatro gatos locos.

Está con eso de hacer unas lámparas ecológicas, con una estructura de bambú (que no es bambú chino, sino una caña que no se como se llama pero que la consiguen en Oliveros, pero le dicen bambú porque suena más chino). Una prima de Mirta hace unas láminas de papel reciclado que son bastante lindas y semi transparentes. El año pasado hizo la primera lámpara terminada y me la regaló. La tengo en la mesita de luz, de mi lado. Da linda luz y al menos en nuestro dormitorio crea un ambiente agradable. Tampoco es que hizo un diseño que vaya a picar en punta en las galerías de Milán. Es una lámpara.

A mi me parece una boludez lo de las lámparas, pero la apoyo para que haga lo que quiera. La guita es lo de menos, porque los materiales salen dos mangos. Pero como yo le digo, si no se dedica un tiempo a armar la movida es al pedo. Y para que el tiempo rinda tiene que largar lo de la oficina al carajo. Y la guita esta le podría dar un poco de aire para arrancar tranquila, armar unas lámparas como para tener stock e ir consiguiendo con tiempo una carpa y un lugarcito en la feria esa que se arma los fines de semana en el parque, a la vuelta del shopping. Y si eso empieza a caminar un poco tiene ganas de armar una línea de productos, más o menos del mismo estilo.

A mi me parece una boludez lo de lo ecológico. Como si el planeta se fuera a enfriar por 20 lámparas reciclables. En la empresa constructora nos pasamos la vida haciendo cagadas mucho más grosas. Son cagadas pero no queda otra, yo no tengo voz ni voto, le doy para adelante. Un par de veces me quise hacer el embajador de la UNESCO y me sacaron escarpiendo. A mi jefe y a Grandini les chupa un huevo si hay que echar a uno o veinte, si ponemos calentadores solares o lo que sea. No son malos tipos (Grandini es un poco pedante y pesado) pero lo único que los mueve es la guita y el mundo empieza y termina en su propio ombligo. Vos sos un romántico, me dice mi jefe, y con el romanticismo el mundo se para y nos cagamos de hambre. Si querés cambiar el mundo dejate la barba y andate a Cuba.

Pero a ella le gusta hacer ese aporte, se siente útil a la humanidad y no se va a mover de ahí, y me parece perfecto. Los chicos ya están grandes, así que tampoco tiene muchas responsabilidades más que traer unos mangos a la casa como para pagar las cuentas, el alquiler y salir a comer algo a Pellegrini de vez en cuando. A Manuel le queda un año para terminar la secundaria y ver qué carajo quiere hacer después y a María Laura tres. Manuel está todo el día en la luna de Valencia, aunque cuando tiene que estudiar no se cómo hace pero estudia y le va más o menos bien. Le podría ir bárbaro, pero no le gusta o no quiere que le guste o es que está toda la tarde boludeando con las pibas esas del Urquiza, que son amigas del club de María Laura. Pero como ella está de novia mucho no se juntan. Igual no me quejo, no andan en nada raro. Sacando la vez que se reunieron acá y me robaron la botella de vino de la bodeguita se puede decir que son pibes tranquilos, una pavada. Al día siguiente me calenté para el carajo, llamé a la piba a su casa y le dije que me tenía que pagar los $100 mangos que salía la botella. No por la guita, sino porque fue una falta de respeto, me podrían haber preguntado. Esa botella me la habían regalado unos proveedores para Navidad y pensaba abrirla en un asado que tuvimos esa semana y tuve que salir a comprar otra. No los culpo. Si yo tuviera diecisiete años haría las mismas boludeces.

A mi la guita no me importa, si a esta altura de la vida qué voy a inventar. Me interesa un sorcho cambiar el auto y comprarme un Fiesta usado para irme a Merlo de vacaciones. Si acá estamos bien. Si nos embolamos mucho nos vamos al shopping a dar una vuelta y tomar un café y, cuando hace mucho calor, nos hacemos una escapada a la Florida un rato. Eso de irse de vacaciones y estar al pedo todo el día mirando el cielo es una situación insoportable. Yo necesito estar haciendo algo medianamente productivo. Prefiero quedarme acá tranquilo con el aeromodelismo. Mirta a veces me ayuda con algunas tareas, especialmente cuando hay que ensamblar y pegar con precisión y no me da el pulso. A raíz de eso surgió la idea de las lámparas. Una vez me pidió unas maderitas prestadas, hizo unos dibujos y armó una estructura que fue mejorando en base a un par de pruebas y a algunas ideas que le tiré yo. Ella estudió 2 años de arquitectura, pero después dejó por el laburo. Ahí la conocí yo, nos conocimos en una fiesta de la facultad. Fue entonces que desarrolló algún tipo de habilidad para lo espacial y agarró algo de práctica haciendo maquetas.

Así que la guita dásela directamente a ella y ni le digas que hablaste conmigo. El departamento está a su nombre, era de su tía. Yo no tengo nada que ver con eso ni me corresponde, por más que el abogado diga lo que diga.

A mi lo único que me importa son los chicos y Mirta.


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