Ayer vi las montañas, después de tres  años.
 Estaban escondidas detrás de la estupidez-marmota  cotidiana.
 Ocultaban, codificada en su textura, la más  satírica verdad acerca de mi historia.
 Una historia tan inconstante que se convirtió en  secreto por costumbre durante estos años.
 Un destino incierto y premeditado que sigue  descubriendo sus puntas a la luz de los astros.
 Ahi estaba, en la punta de un cerro, la chispa que  encendió este maremoto. La primera chispa maravillosa de mi vida, convertida en  arrogante espectáculo de fuegos de artificio gracias a tu incondicional pólvora.  Brillando como tu voz saliendo del pecho en aquella mañana de sábado, sobre una  manta, sobre el césped.
        Sobre...
You’re currently reading “
- Published:
 - 2:44 a.m.
 - by Telex
 
0 Acotaciones fuera de lugar(Publicar un comentario)