Aire enrarecido

Cuando camino por la calle o prendo un rato el noticiero o veo el diario online noto el aire enrarecido.
Están pasando cosas raras. Y el link de abajo es una muestra sustancial de lo que pasa.
 
Hablando con gente me doy cuenta que estamos en bolas: casi ninguno se enteró de lo que pasó el jueves pasado para el 25 de mayo.
No hay que ser muy vivo para darse cuenta de la línea que se baja en las noticias: rebajas de precios mediáticas, índices de inflación basados en muestras poco claras y desocupación.
 
Por ejemplo en esta nota de Clarín se habla de desocupación del 11% en el título y después aclara que no cuentan a los que reciben planes sociales, que no se porque no los cuentan y aclaran abajo. No es más facil decir que es del 14%?
 
Todos hablan de las maravillas y el avance de este país (incluso este mismo informe parece un poco tendencioso y equívoco, sólo analizando las imágenes).
 
Por un lado la debacle, el chauvinismo, la defenestración de la democracia. Por el otro gauchos bailando, gente tomando mate, banderas y sonrisas de felicidad. No son dos caras distintas de la misma moneda?
 
Yo recién estoy empezando a mirar y la calle tiene olor a historia repetida.
 
http://www.sharear.com/X2X438Xlos-dos-actos.html
Posted by Telex at 2:03 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Look at me

Posted by Anónimo at 3:30 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Palabras sueltas.

Tenía la costumbre de golpear la puerta con un ritmo conocido en infantil. Los pasos en el asfalto empinado, pasos que tratan de frenar un cuerpo que no quiere que nada lo detenga. Zapatos a la orilla de la cama, demasiada juventud para calzarlos. La habitación circular, las esquinas no existen y por el filo de las persianas podemos ver el cielo aclarando. Una estrella redonda quieta, esperando.

La piel se deshoja frente a recuerdos que pasan tan rápidos. Llantos entre las sábanas y frazadas. Cada espacio de la casa surcado por esquirlas de recuerdos, de pasados, de la joven desnuda paseandose sin dudar un segundo, sin perder su cigarrillo encendido entre sus labios anchos.

El humo azul rodea la escena. Las sombras se proyectan contra las paredes descascaradas. Miradas furtivas en la oscuridad, brillos como cuchillas abriendo mi pecho. Sueños que se acumulan y apelotonan. Libros. Necesidad de enterrar el cuerpo en libros. Libros apilados por todos lados. Humedad. Frío. Soledad. Extrañarte es raro.

Extrañarte siempre fue una tarea de tiempo completo. Extrañarte hasta cansarme, hasta que mis uñas arañan los lomos de los libros y tomo cada página nervioso. Lo que se encuentra en la página siguiente es siempre peligroso.

Anoche visité una playa que babeaba. Corría por la arena y me hundía. Alguien tomaba fotos obscenas. Un par de personas se quedaban a dormir en mi casa. Zapatos casi de tap recorriendo el pasillo a la madrugada. Desconección total con el mundo ajeno. El tiempo se empaña y ya no se si te veo nuevamente. Palabras sueltas, frases que no tienen peso por sí solas.

Extrañarte es una necesidad. Equivocarme es la chispa que me hace estallar.
Posted by Anónimo at 11:00 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Mundial



Posted by Telex at 9:58 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más
Hoy hice un esfuerzo gigante para tratar de estar bien. De hecho, todo empezó anoche. Me acosté pensando en los mejores momentos de mi vida. Prometiéndome que eso era lo que contaba, nada más. Traté de explicarlo con palabras. Traté de expresarlo vía mails. Estuve contento. Hoy fue un día grandioso. Estuve pensando mucho en el futuro, en mis proyectos, en las cosas que tenía ganas de hacer. En varias oportunidades sentí que el aire comenzaba a faltarme, algo tan cotidiano. Junté fuerzas de donde no tenía y me aparté de ese malestar.

Traté de cumplir, de amar pero no molestar. De trabajar, de ahorrar, de esforzarme, de pensar en caminos libres, caminos posibles y mejores. Traté de, pese a las dificultades, pese a los problemas que todos saben, los que algunos saben y los que nadie sabe, enderezarme, y por un rato pareció que la cosa cambiaba.

Se ve que tanto esfuerzo me cansó. Se ve que tanto esfuerzo no vale la pena. Lo que la gente cree, es lo que uno es. No importa cuánto me esfuerce si en algún momento del día me tratan como si fuera un estúpido. No importa el sacrificio que haga, si en un segundo todo se olvida. No importa cuánto escriba en este blog, o en otros, o en otros lados si para alguien estas palabras se las lleva el viento.

Debería dejar de esforzarme. Debería dejar de escribir.
Fin de la transmisión.
Posted by Anónimo at 11:10 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más
RS:- Siento un viento de cambio.
LS:- ...
RS:- Mire, las nubes se mueven de a poco, ya no se apelotonan, más bien se disgregan y la luz solar avanza sobre el mundo. ¿No huele a futuro?
LS:- ... No, no lo creo.
RS:- ....Bueno, pero es innegable ese aire que desciende para acariciarnos la cara. Se lo extrañaba. Es posible que sea una señal de pequeño cambio. Es casi seguro.
LS:- No le voy a mentir. No.
Posted by Anónimo at 11:20 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

ánimo lúdico

este juego
yo quiero jugar pero no estoy jugando
(he perdido el ánimo lúdico)
 
y ahora de nuevo
y después de mucho tiempo
una guitarra acústica
suena a cejas
suena a mano
suena a voz
suena a impaciencia
 
Será tal vez una mentira
Un engaño de un espejo
Será tal vez algún día
el regreso de los versos de antaño:
 
Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe ¿dó la pusiste?
¿Cuál es el cuello que como en cadena
de tus hermosos brazos añudaste?
No hay corazón que baste,
aunque fuese de piedra,
viendo mi amada hiedra
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no s?esté con llanto deshaciendo
hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
 
Posted by Telex at 5:00 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Sueños cruzados.

Las hojas crujen bajo los pies de goma. Las luces se desfiguran. Un vagabundo desanda tambaleante por la orilla de la calle. Olvidó qué era caminar, cómo era caminar, y lo más importante, para qué. Cada persona tendría que abrazar un árbol, sentir su corteza, sentir lo que existe dentro. Pero eso es parte de un sueño, uno de los tantos que se entrecruzan y saltan la barrera de los días para unirse, mezclarse. Un perrito de color canela, con la cola en forma de aguja y patas finitas entra en mi casa. La puerta sigue entornada. El plomero, un hombre gordo y morocho, con una gorra azul(demasiado inverosímil) me mira desde la cocina, y con la cabeza o el mentón me indica el baño. Le hago señas amistosas de que pase, pase, haga su trabajo. Llego en medio de una noche nubosa. Las hojas se desparraman por todo el patio. Mi cama fue trasladada hacia afuera, y el viento sacude las sábanas. Veo relámpagos apagados. Es una noche muy cerrada. Las nubes se apelotonan. Algunas se vuelven láminas plateadas que colorean el patio pardo. Miro las sábanas. ¿Dónde se metió el perro? Ya no hay plomero, los bosques de árboles desaparecieron. Entre mis pasos se intercalan imagenes frente al monitor. A la pregunta de: ¿Cómo te sentís? me petrifico. Me da miedo decir que "bien", y me da vergüenza decir que "mal". Ma arrastro como puedo hasta la cama y encuentro al perrito ahí, arrebujado entre las mantas, hecho un ovillo oscuro. Sus ojos brillan como si hubiera llorado toda la noche. Se estira cuando me ve. Mis ropas desarregladas y arregladas de nuevo. Ctrl+Z. En el colectivo, entre caños y movimientos poco amortiguados, atajo una mirada del chofer, mi mano tiembla y pago el boleto. La luz del sol, no lo había notado, brilla de una forma distinta, desde hace un tiempo. Los bordes de los vidrios llenos de polvo. Quién es ese vagabundo ahí, pisando despacio como si la ciudad se hubiera transformado en un charco de alquitrán. Siento vértigo. Dónde escuché los números de la quiniela. Era algo así como "2716", y cuando la mujer termina de decir diez y seis el hombre joven a su lado dice: "la escopeta", y se ríen. En algún lado también abundan piernas femeninas recostadas sobre una cama. Me siento en el borde de un taladro que se dirige al centro de la tierra. Pienso en una escena donde una persona pintada con óleo está a punto de golpear unos portones de hierro rojo y negro: el infierno. Mira hacia atrás, y lejos se puede adivinar, después de millones de escalones ascendentes, la luz del sol, la superficie terrestre. Estuve en una batalla donde costaba distinguir los compañeros de los enemigos. La luz de la luna sólo bordeaba los cascos y las armaduras, y lanzas y espadas que se elevaban. Nadie informó sobre las cantidades. Un mar de guerreros danzando, empujándose, sin espacio para asestar un golpe. Hormigas negras. Y sabía que había algo más. Un partido de fútbol donde no se sabe bien quién iba ganando. Después alguien iza la bandera patria, pero la bandera se desata y vuela a través del patio lleno de alumnos vestidos de 9 de Julio. Uno de ellos no llevó escarapela. Su flequillo oculta ojos que con el tiempo desandarán también por la ciudad, tropezando con cada espacio, con cada mirada.
Posted by Anónimo at 2:27 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Qué se yo. Descubrir estas cosas a esta altura del partido. Es como una piedra más, que en definitiva, no le agrega ni le quita a la montaña.

Nunca fui un boludo. Parece que hay gente que se esmera en creer que sí lo soy.
Posted by Anónimo at 1:32 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Hubiera valido la pena zafarse. Los nudos mal hechos, pero para qué desatarse, si era mejor así, ser rehén del asunto, estar rodeado de esa capa de incomodidad.
Entre la cinta de embalar encuentro cierto cobijo. Las horas predestinadas sufren imposiciones, unas se montan a otras, y arruinan lo que debió haber sido un plan perfecto.

La inoperancia del señor maquinista, justo ahora tratar de frenar, y por qué chillan tanto las ruedas, y por qué el metal chispea sobre esa negrura de la noche, los vagones no van cargados, y puedo disimuladamente saltar hacia el campo poblado de estrellas.

Alguien creyó que, en la perfección de las nubes se encontraba el secreto de la vida, la explicación formal del desarrollo mental. Ahora, el frío chupa mis huesos y se lleva todo intento de piel. Tiré las botas por ahí, entre matojos de yuyos, los nudos los conservo, miro las estrellas, y es triste extirparme esos suspiros vaporosos en la oscuridad, y no tener la respuesta frente a los ojos, los labios tiritando frente a mis labios. Ni siquiera los otros fantasmas de suspiros, de vapores invernales que se desmigajan como algodón entre las manos, entre el tiempo.

Patear la tierra, apisonarla. Al maquinista no le fue tan bien. Al que hizo los nudos de los pies tampoco. Los recorridos de ahora en más serían trazas en perspectiva sobre un mundo empecinado en girar en el sentido contrario a mis ideas.

Tropezar constantemente era prueba irrefutable de ello. O tan sólo los años, que corren, pero no corren. Los años se multiplican y también, como los días, como los vagones, como los pastizales, se apilan hasta que se desploman por su propio peso, o se secan como libros amontonados y dejados a merced de las inclemencias climáticas.

Tuve que pagar todos los pasos que dí sobre terreno húmedo, y la vida nunca fue eso que aparecía escrito o pintado o cantado por ahí. La vida, me juraron los medicamentos, era una vida a largo plazo, una vida tirada por bueyes muy lentos, algo sordos y pesados, sumamente pesados.

Necio, estúpido, siempre impreciso, tratando de atinar a saltar esa zanja que a fuerza humana siempre resultaba más larga que la suma de mi fuerza más mis piernas.
Quise cruzar los dedos. Me había olvidado los nudos. El calor de las casas incrustadas entre el paisaje campestre me llenaron la boca de saliva: comidas casera que esperaban para deshacerse en mi paladar, y mis ojos seguramente fijos en el plato vaciado y llenado varias veces. Luego vendrían, con el tabaco y la chimenea, las explicaciones, los avisos, las historias.

El fuego ayudaba al engaño, y en cierta forma había adquirido la habilidad de moldear las sombras a mi historia personal, o al revés, no importa. Se sabe, se entiende, que todo movimiento resulta creíble si las sombras pueden imitarlo de forma olímpica.

Podría haberte recordado, podrías ser uno de esos personajes en la historia que se contará esta noche, frente a los trozos encendidos de árboles. Pero entre el humo, la corteza, los nudos, los trenes, la muerte, las manos, olvidé a todos, olvidé todo por un segundo, y ese segundo se propagó eternamente.

El tren, de lejos, todavía en la noche se oye, y no puedo decir que se ve, aunque allá, recortado contra las últimas estrellas se observa un hilo plateado de humo que es como una sonrisa que regala la noche, o como un sombrero para los árboles y los pastos y los animales que duermen ese sueño que no tengo, que por más vueltas que le de al asunto, no encuentro.
Posted by Anónimo at 8:40 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Romper esquemas, sobre todo cuando se trata de uno mismo.
Posted by Anónimo at 9:26 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Cansancio total. Cada célula al borde del colapso.
Posted by Anónimo at 3:10 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Filosofía

Una vez más intentaré poner en evidencia la excelencia del sistema educativo, aunque los resultados no sean más que para mi propia investigación, acercándome peligrosamente a obvios resultados.
Es un proyecto sobre el mínimo esfuerzo, que tiene como objetivo, ya en las últimas instancias, conocer el equilibrio mínimo entre conocimiento y evaluación, conocer la influencia de la oratoria en un exámen oral y testear mis propias capacidades cognositivas en un brevísimo lapso de tiempo, ya en un período de estancamiento propio de la edad y el desgaste universitario. En este caso me presento con escasas armas teóricas, es la ficha más arriesgada de todas, donde la astucia oral se manifestará en abruptos escapes y bloqueos a la vergüenza.
Tengo una lógica certeza sobre el obvio resultado del experimento de hoy, pero en el pasado he tenido sorpresas, según algunos, debido a una manifiesta fortuna frente a los distintos tribunales a los que me he enfrentado durante la carrera.
Más allá del resultado justo y esperado (una contundente reprobación), es un buen comienzo introductorio para rendir la materia en mesas de julio.
Posted by Telex at 1:07 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Las parejas se pelean en verano, cuando no tienen la necesidad de un caluroso abrazo, sino más bien todo lo contrario.
Posted by Anónimo at 9:33 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

El frío polar

Parado, en la esquina de Montevideo y San Martín, veo una pareja sentada detrás del marco de madera de una ventana transitada más temprano, una escena propia de Edinburgo o algún lugar similar de esos que no conozco pero que supongo misteriosamente parecidos: Copenague, Oxford, Viena. Él frente a un café expreso, agitando un sobre de azúcar y vaticinando algún comentario feliz sobre su ascenso en el trabajo, de que ahora no tendrá que soportar más al insufrible Fernando Tejada en administración y que llegadas la una de la tarde estará sentado en una mesa frente a la cocina disfrutando una vianda junto a los que usan traje. Ella mira y revuelve su submarino, como si entre los remolinos de chocolate de utilería se hubiera caido su último pensamiento acerca del aburrimiento de los lunes en la noche junto a ese hombre que no la sorprendía más que con un DVD de algun clásico del cine que compartían, cuando Jorge no se quedaba dormido durante los títulos, y que ella sabía disfrutar con ojo fotográfico y astucia cinéfila, para después morderse entre dientes la reseña minuciosa ante un soso y consentido linda peli mientras juega a las miradas y los aromas con el tipo que habla por teléfono un par de metros frente a ella, durante el inacabable monólogo sobre la excelencia laboral que tan poco le interesa a una bohemia artista (fracasada?) ex estudiante de medicina.

De pie e inmóvil pienso que eso es sólo una colmena, que sus ojos son verdes y son distintos, que la combinación cartera/medias la pinta un poco frívola, que el celular del tipo parece último modelo y parece que está feliz, que mi frente está curiosamente contraída, que ella se muestra desanimada e inquieta, que sólo mis nudillos están fríos, que en algún lugar cerca de ahí hay alguien solo en un restaurante, o muchos y que a mi madre le transmite tristeza un comensal solitario en una parrilla una noche de sábado, que tal vez podría tener la cara de él.
No es más que un efímero frío polar, una noche, en una calle, sobre mi gorro de lana. Algo que iba a pasar totalmente desapercibido hasta que lo escriba y lo relea. Algo, de seguro, insignificante para usted, lector.
 
Posted by Telex at 8:04 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Palabras

Cuál es el promedio de palabras que una persona normal y decente emite diariamente?
Cuál es el valor que tienen esas palabras?
De dónde salen y por dónde pasan esas palabras?
 
Posted by Telex at 8:03 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Recuerdo montañoso

E inesperadamente fuimos a parar ahí, al medio de la nada. Me dio un poco de cosa todo el paisaje, todo el tiempo transformado en piedra y caminos polvorientos que los caballos aplastaban furiosos, mientras lejos, del otro lado de la montaña, las casas se arracimaban en desparejo desarrollo y cada tanto, si el viento así lo quería y lo deseaba, el humo de los cigarrillos encendidos sin prisa se disipaba río abajo, a velocidad asombrosa, al menos la misma velocidad con que el agua bordeaba las piedras y deformaba las nubes de arriba.

Alguien mirando lo mismo que yo miraba, la perspectiva de los picos cortando el cielo en zigzag desprolijo, el sol dorando los pastos abandonados, las piedras a la orilla de la ruta, el sonido del río rebotando en nuestros pechos, los ojos y los pensamientos pastando un poco más abajo, nuestras espaldas recostadas a la sombra de una roca gigante.

Lejos el mundo. Cerca, muy cerca, vos.
Posted by Anónimo at 5:00 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

La noche de la mañana

Amanecer a oscuras. Salir a la calle y entre oleada de frío, y entre autos cortando el viento, sentir que, en la noche de luna, bien podría tratarse de la hora 20 y no de la hora 8. Aromas de panadería, los colegiales caminan tropezando con las baldosas.

En la noche de la mañana me escurro sin pensar mucho. Sueños que comienzan a brotar, imagenes de vapor que se figuran y desfiguran en el piso, y las voy pateando con pasos firmes que me llevan al trabajo diario. Crear, borrar.

En sueños tuve una pelea con alguna especie de deidad griega. Se burlaba (con razón) de mi insignificante persona. La pelea se disputaba en el patio de mi casa, y el dios, o más bien semi dios, peleaba arrodillado, y su cabeza de nariz angulosa tallada en mármol y su barba grisácea coronada de gaviotas descendían para hablarme, para decirme que el Dios superior y abarcador, el que dominaba todas las esferas y agrupaciones de deidades, el Ser Supremo, había hecho de mí (por lo tanto de todo especímen humano) una suerte de burla universal, y que todo lo que mi mente contenía no era más que un laberinto ridículo producto de un mal trato con el de arriba.

Seguí caminando y la curva del sol comenzó a aclarar las sombras inescrutables de la calle. Otros sueños más, vendrían atropellándose, durante mi trayecto, y los seguiría pateando, tirando a un costado, arrojándolos a las acequias.
Posted by Anónimo at 8:51 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

El sol en las calles.

El sol me alcanzó por primera vez en Junín y España. Tuve que voltearme para sentir el calor de su luz. Las montañas atrás se dibujaban borrosas, y la luz oblicua bañaba a las rejas de un extraño color naranja: lanzas afiladas que se ordenaban delante de las rejas, mutación de la idea de protección: donde esperaba ver hombres rudos sosteniendo el acero ensangrentado, sólo existía cemento rebocado.

La segunda vez, no pude evitar al sol. Fue en Serú y 9 de Julio. Tenía que cruzar la calle y pasé una vez más por su mundo colorido. Las sombras completamente azul de la ciudad resaltaban la majestuosidad de la estrella moribunda.

Por ahora, para siempre, dejo mi mirada, mis ojos fijos en ese globo gigantesco que borra toda la geometría anormal de la ciudad.
Posted by Anónimo at 5:59 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
The space between....cada día la brecha es mayor. Es inevitable. Los que se van, un paso para adelante. Ahí junto fuerzas y le digo a mi cerebro(no se lo dice él mismo) que le indique el camino a los músculos de mi pierna. Una receta aprendida, un método conocido y practicado. Una vida caminando para dar este paso.

El tiempo se congela en el momento exacto en que mi pie se despega del suelo. Ese momento se estira elásticamente en el tiempo, hacia atrás y adelante.
Posted by Anónimo at 3:18 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Mañana del sábado ya ni me acuerdo.

Las 10:49, la mañana del sábado ya ni me acuerdo vuela a bordo de un tren vaporoso. Espero arremangado los rayos de sol que desprenden mis pestañas, abren de a poco mis párpados y me permiten, oh Dios de los Sábados, seguir trabajando.

Anoche fueron miles de sueños, nuevamente, en porciones separadas por una fina capa de desvelo que me encontraba primero escuchando música loopeando en la computadora; luego, mensajes en un msn mal cerrado.

Todos los sueños revolotean en la habitación viciada, pero al abrir la ventana me aseguro de muchas cosas. Entre ellas, me aseguro que otro viernes huyó para no regresar, y la idea clara de que los cambios en mi mente se producen, pero con una lentitud apenas apreciable.
Posted by Anónimo at 10:48 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Jardines imaginarios se tejen en tu frente, en forma de corona. Espero la ola creciendo bajo mis pies y sobre mis pies, pero más lejos. Viernes de lluvia torrencial sobre la espalda desnuda.

Los huesos brillan con el agua, desparramados en el patio. ¿Quién se queja a estas horas, es el lamento de qué ser andrajoso? Alguien que ahoga en una almohada un alarido, alguien que grita y las paredes tiemblan y el mundo se silencia, y eco sordo golpea como una marea gigante las paredes, y la luz se extingue por completo.

Sólo quedamos el viernes, la ola colosal que no se decide a caer, su cresta hirviendo, y yo, abrazado a mí mismo, congelado en el monitor.
Posted by Anónimo at 12:01 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

La_casa / otras


Posted by Anónimo at 9:53 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Sueños encadenados

Los sueños se entrelazan exquisitamente con la realidad. Muchas cosas se difuminan y no sé claramente a qué lado del espejo corresponden. Tengo miles de sueños todas las noches que se me cruzan de a uno por vez durante el día. Algunos son atropellados. Unos son nuevos, también hay repetidos, la sensación de que mi mente está tratando de decirme algo que todavía no entiendo.

Tengo sueños dentro de sueños dentro de sueños, que se hablan entre sí, se narran historias, y a modo de seres vivos, se cuentan sus propios sueños.

Todos deambulan por mi mente, de noche, sonámbulos azules en mis sueños que se arrastran descalzo por un largo hueco en mi cabeza. Bostezan, caminan, hablan en voz baja. Seres animados, translúcidos y brillantes, vaporosos.

Hoy dije una cosa en este lado, o fue recitada en el otro? Soñé que posteaba algo en este blog, y tal vez este mismo sea el sueño, este el post, o tal vez lo esté soñando ahora mismo. Sueños repetidos y encadenados hasta donde llega la memoria.
Posted by Anónimo at 8:44 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

la_casa


La casa, vista de domingo. Las cosas puestas, empujadas al azar. Encontré esta y otras fotos que tomé una vez, un domingo así, prácticamente en blanco y negro.
Posted by Anónimo at 9:54 p.m. | 3 acotaciones infames Leed más
Los árboles pelados y huesudos pinchan con sus ramas más altas las nubes que cuelgan de arriba mientras estas se mueven en cámara lenta.

Imposible no pensar en mi madre tendiendo las sábanas de mi cama, yo abajo, envuelto en fiebre, y esa tela que se ondeaba despacio, con otra velocidad, con otro sentido, y se posaba lentamente, con cada pulsación en mi cabeza, en mis ojos amarillentos, sobre mi piel hirviendo.

Imposible no recordar risas bajo las sábanas y el sol blanqueando todas las superficies y tu piel escapando entre los pliegues, y las risas como ecos que ofuscaban el día afuera, y mis manos(pero siempre todo en cámara lenta, muy lenta) sacudiendo las sábanas, batiéndolas como crema y tus carcajadas reventando las paredes, trizando los vidrios y partiendo en dos la ciudad dormida.

Pasajes por los que normalmente no transitamos, de nuevo.
Posted by Anónimo at 3:30 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Patio

Tuve una imagen despeinada de lo que podía ser mi vida, al cabo de un rato. Siempre ocurre que los pasajes por los que no transitamos ofrecen alternativas interesantes al momento de querer algo distinto de la rutina.

Me abalancé. Una piecita de paredes azules que contenía a un puñado de locos, pequeñas ratas de laboratorio acostumbradas a alimentarse de pastillas de colores. Cada uno en su mundo, en su pasillo, en su ventana, en sus márgenes.

Cada continente personal era dibujo en la mente de cada uno de ellos. No existía el mismo "tierra a la vista" para el que rengueaba en el rincón que para la señora que arrastra(ba) la silla de jardín de infantes. Para algunos, de hecho, no existía siquiera un tierra a la vista.

¿Y para mí? Paredes despintadas, el mundo afuera quería desbordarse, las calles se derretían con el sol y todas las figuras arcillosas comenzaban a desdibujarse. Estuve pensando en prosa todo el tiempo, estuve mirando como si escribiera. Tuve al alcance de la mano a todos ellos: puñado de cáscaras de seres, apenas migajas devoradas por ellos mismos, inofensivas serpientes que a falta de algo mejor, comenzaban a devorar su cola y proseguían, sin remedio, hasta ser estatuas en el patio del Hospital, o tal vez ni siquiera estatuas, más bien columnas o bloques de cemento con algunas facciones angulosas y recuerdos perpetuos congelados en ojos de mármol.

Mis manos temblaban, mi sonrisa se sacudía y se agrietaba. Los enfermos seguían loopeados en el patio, los enfermeros caminando de una oficina a la otra.

El patio, ese tablero de ajedrez de piezas qué sólo sabían dirigirse hacia un lugar, de una sola forma, como en coreografía. ¿Piezas manejadas por qué mano? Robots casi. Químicos estallando en sus músculos. Miradas de reojo, debajo de las cejas. Pasos inseguros, como si todo el tiempo la ciudad fuera un constante temblor.

Y algo de verdad en eso había, y algo de verdad en eso hay: ruido visual, auditivo, todo el tiempo. Contaminación y confusión de sensaciones. El hogar es el refugio al que todos huyen cuando terminan su trabajo, y ahí estaba yo, parado, uno más (sólo por un segundo, que durará para siempre)de todos esos recuerdos de personas, de esos sonámbulos del día.
Posted by Anónimo at 10:02 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Arrrakis

Me dieron ganas de sondear los océanos de arena de Dune.
Compartir dedales de agua con los Fremen, rituales de especia.
Salir a caminar arrítmicamente por las dunas, con mi destiltraje y mi Kris lechoso.
Recorrer el desierto plateado en Ornitóptero, más allá del Sietch Tabr.
Montar con garfios de doma a un gigantesco gusano, Shai-Hulud en persona, sus anillos girando, el olor a canela inundando todo.
Posted by Anónimo at 2:45 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Giros. Mis sonrisas se descascaran, pero hay nuevas semillas que crecen en el interior.
Posted by Anónimo at 1:52 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Sueños de hoy

Soñé con la frase que dejaría a todos con la boca abierta, la mirada perdida, los ojos vidriosos. Pero no la recuerdo.

Soñé también con una libreta de tapas azul, hojas amarillentas con finas líneas azules donde se recitaban poemas de no más de tres oraciones. Tampoco los recuerdo.

Soñé con una escalera que conducía a una habitación: esa habitación era el pasado, era mi infancia, todos los recuerdos de mi infancia adheridos a la pared y al piso y techo, una especie de ingravidez.

Soñé que hacíamos el amor en el espacio a bordo de una nave, con la incomodidad que supone la falta de gravedad para sostener los cuerpos, para tomar envión, para dejarse tiritar en un rincón de sábanas.

Soñé con mi perro Frodo esperando mi llegada en una media tarde otoñal de pastos dorados y veredas naranjas, árboles amarillos y calles en blanco y negro.

Soñé con fantasmas que tocaban mis manos apenas, fantasmas que se reunían en una colina y mediante un ritual incendiaban la luna, alta en el cielo despejado.

Y claro, me desperté tarde y desatiné con el horario laboral.
Posted by Anónimo at 3:53 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Posted by Telex at 10:32 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Me sorprende. Ese calefactor irradia veranos e inviernos a la vez, que ya fueron vividos, masticados y mal digeridos en el cerebro. Las ventanas y la pared tras él se ondean rítmicamente como esas imagenes de ruta en el desierto mientras alguien camina con botas texanas y una campera al hombro.

El gas, el humo, el vapor, el silencio con el que los fantasmas se elevan al techo y borronean los bordes de la casa. Mis manos sin embargo, desnudas, frías, huesos repiqueteando en el teclado, la piel apenas un recuerdo, los músculos, el olvido.

Media tarde, arrojo mis ideas por el balcón. Las casas de enfrente respiran también ese aire viciado, ese fuego interno que excreta la chimenea: un azul hacia un naranja salpicado de nubes.

Todo el tiempo pensé en esos techos manchados, en esos reboques, en cordones partidos y en acequias toscas, hilos de agua helada hacia abajo. ¿Pero cuál abajo? El epicentro de la ciudad donde todo descansa, donde todo el invierno se reúne y se evapora y se ahoga en volutas que cuesta seguir con la vista, sobre todo cuando se cruzan con el alumbrado público y se pierden entre los indefinidos costados de la ciudad, arriba, en el exterior de la ciudad, ese exterior donde las cabezas nunca apuntan, donde no arrastran los pies, donde los pantalones no se deshilachan, donde los colectivos no sacuden a los pasajeros.

Mi tiempo, tu tiempo, líneas heladas en el medio de la ciudad. Trato de apurar los procesos, todavía puedo envolverte en mis brazos antes de que Mendoza nos disfrace de noche.
Posted by Anónimo at 7:11 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

No se cómo explicarlo

El recital del viernes pasado fue, sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos de mi vida, y se extendió en mí como una sonrisa que se apaga en los días sucesivos.
 
¿Por qué?
 
Porque es un sueño quinceañero, que ya cumplido, se extiende en el tiempo haciéndose más y más real al arrancar tocando There There con extrema e inusitada prolijidad en mi guitarra y en la percusión, que revienta en un salto al 93 con You, que se renueva en mi pecho en la repetidísima The Scientist y casi me quita una lágrima en Fake Plastic Trees, en el mismo momento en el que tengo un bombardeo de proyecciones instantáneas entre el telón de luz y el público absorto, en el mismo momento en el que juego el 12 de oro de mi voz, mi aparente última carta, que no es la última.
Es un sueño en un pseudo jazzístico Don´t Panic improvisado en estructura y melodía en la espontaneidad de un error técnico impredecible.
Es una explosión de mi pulso cardíaco en 2+2=5 y un alud de felicidad y libertad en Clocks, acostado en el piso, mirando las luces, arriba, titilar mientras mis compañeros me regalan lo mejor de ellos y la primera fila su anónimo respeto.
 
Cada vez me parece más y más increíble que ahi parados podamos emocionar a alguien, quitarle una sonrisa, ponerle la piel de gallina.
 
Y después, raramente, ponerme a hablar con ellos y cruzarme con una chica atractiva a la que sin querer le regalé un tema, antes de conocerla, y enmudecer sabiendo que por lo que acaba de pasar ella me conoce a mí y yo no la conozco a ella.
 
No se a quién o qué agradecerle el mejor regalo que he recibido en mi vida, no se por dónde empezar.
 
A la vez me gustaría estar sentado al fondo, mirándonos.
 
 
 
Dios es una armonía y una frecuencia sonora.
 
Posted by Telex at 12:30 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Stop. Walk

Un desperdicio en el asfalto. Debió ser ALGO más. Restos que mañana, pasado, serán costras en las orillas, entre rasguños de cemento y baldosas.

Las tejas de los edificios se doraron ida y vuelta, el sol giró, o eso le pareció a algunos, y el cuerpo ya inmovilizado, el calor de los caños de escape, las bocinas que pronto entendieron (cosa que no suele ocurrir) que el asunto en cuestión escapaba a los sordos quejidos vehiculares, y que cada nudo de la vida en esta ciudad se armaba con miles de millones de nudos compartidos, y los ahogados chillidos del claxon poco podían hacer para desatar semejante trama de irrealidad.

Justo recuerdo haber mirado mis zapatos. Y es así, porque mis cordones estaban desatados, y tardé unos minutos en terminar de dibujar mentalmente las hilachas del cordón marrón que se arrastraba desmembrado.

Algo desmembrado, AHÍ, en el calor del hormigón, ya era incapaz de arrastrarse por sus medios, igualito a este cordón, pensé, y por momentos sentí el sol no en la cara, sino en el pecho, un sol que era mil lanzas atravesando el pecho un poco por el costado y muriendo en el tibio infierno de mi sombra sepulcral acostada en la vereda.

La esquina, un atado de energúmenos que observaban tiesos el accidente, pedazos de plástico desparramados en fila, y venir a pensar en Hansel y Gretel justo ahora, y los gijarros en el piso como camino para volver a casa, y esa moto desmantelada ahí, un caminito de trozos y trizas, y más de uno quiso tratar de fijarse si estabas viva todavía.

Pero se sabe, al amanecer todo se sabe, que esos óleos de tu cuerpo desparramado no son sinónimo de vida en este lado del mundo, a estas alturas de la película. Traté de acercarme, unos niños me empujaron. Uno de ellos sería obeso. La gente murmuraba dos o tres oraciones unimembres que de a poco comenzaban a aclarar con los matices del sol sobre las tejas, y la propiedad intelectual y la reproducción fidedigna de la obra en sí peligraba, como peligraban todos por este lado, como peligraste vos hasta que tu cuerpo no fue más cuerpo, un estuche vacío, hasta que ya no había de qué peligrar, hasta que la ambulancia huyó, sin quejarse mucho, sin acelerar en la ruta, total, ya era tarde y temprano a la vez.

Una especie de mariposa escarlata quedó marcada en la acera. Una de las antenas se alargaba a través de un desnivel. Hubiera imaginado (tendría que haberlo hecho) que esa mariposa volaba, gelatinosa, hacia el cielo, y ese sí era un final digno de tu vida. Pero no, nada de eso.

Cemento. Ciudad. Circulación. Stop. Walk.
No te conocí y sin embargo te extraño más que al mar.
Posted by Anónimo at 5:22 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más
De día soy el dr. Jekyll y de noche Mr. Hyde.
Posted by Anónimo at 5:47 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Pero noooooo, èeee miiiiiiiiiiii....

Ya pueden comprar el último y agotado disco de Callejeros a $45. Una ganga.
Posted by Anónimo at 5:46 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Pocas cosas más melancólicas que esta:

Sonaban las bocinas, y el 404 tuvo que volver a su auto; el chico del Simca le hizo un gesto amistoso, como si comprendiera, y señaló alentadoramente en dirección de París. La columna volvía a ponerse en marcha, lentamente durante unos minutos y luego como si la autopista estuviera definitivamente libre. A la izquierda del 404 corría un Taunus, y por un segundo al 404 le pareció que el grupo se recomponía, que todo entraba en el orden, que se podría seguir adelante sin destruir nada. Pero era un Taunus verde, y en el volante había una mujer con anteojos ahumados que miraba fijamente hacia adelante. No se podía hacer otra cosa que abandonarse a la marcha, adaptarse mecánicamente a la velocidad de los autos que lo rodeaban, no pensar. En el Volkswagen del soldado debía de estar su chaqueta de cuero. Taunus tenía la novela que él había leído en los primeros días. Un frasco de lavanda casi vacío en el 2HP de las monjas. Y él tenía ahí, tocándolo a veces con la mano derecha, el osito de felpa que Dauphine le había regalado como mascota. Absurdamente se aferró a la idea de que a las nueve y media se distribuirían los alimentos, habría que visitar a los enfermos, examinar la situación con Taunus y el campesino del Ariane; después sería la noche, sería Dauphine subiendo sigilosamente a su auto, las estrellas o las nubes, la vida. Sí, tenía que ser así, no era posible que eso hubiera terminado para siempre. Tal vez el soldado consiguiera una ración de agua, que había escaseado en las últimas horas; de todos modos se podía contar con Porsche, siempre que se le pagara el precio que pedía. Y en la antena de la radio flotaba locamente la bandera con la cruz roja, y se corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carrera en la noche entre autos desconocidos donde nadie sabía nada de los otros, donde todo el mundo miraba fijamente hacia adelante, exclusivamente hacia adelante.


La Autopista del Sur, obviamente.
Posted by Anónimo at 4:40 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Arpeggi



Tema nuevo de Radiohead, en vivo, el sábado pasado en Copenague.
Posted by Telex at 3:00 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
De golpe mis ojos dejaron de ver las cosas como las miraba. Veo que todo es cartón pintado. Increíble la capacidad de enfocar las cosas distinto. Bajón in crescendo.
Posted by Anónimo at 1:52 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Past

Inviernos comiendo mandarinas en el patio. Inviernos con los codos deshilachados y los puños mugrientos. Inviernos con los pelos pegados a la cara, inviernos con los ojos fríos y las zapatillas desatadas. Los cordones colgando, embarrados.

Inviernos con tortitas caseras y dulce o manteca y el televisor encendido a chispazos, la imagen deformada, la pantalla iluminando la casa ocre. Las persianas cerradas, la estufa encendida, vibrando, zumbando. Amalia tejiendo una bufanda que atraviesa toda la habitación y repta por el pasillo, hasta el infinito.

Migas en el piso, el calor espanta el hielo crujiente del cielo, y los rostros de este lado de la cueva se sonrojan. Las imagenes del televisor huyen hacia atrás, un doble fondo las oculta para siempre. La memoria, una planta carnívora que selecciona proteínas al azar. Lo demás lo escupe en forma de luz. Cada uno de mis hermanos con esos halos brillantes, fosforescencia que contornean las figuras al atardecer. La poca luz, las paredes sucias y cada cosa dentro de mi casa parecen hechas de arcilla o de algún material primitivo.

Mis manos aún se mantienen rosadas, pero poseen la rigidez del barro montañoso seco. Migas en el piso, mandarinas en la boca, imagenes brillantes, encandilantes, la bufanda crece y se enrrolla contra la pared del baño y se ahoga en la ducha...

Sacudo la cabeza y sigo trabajando. Las escenas del pasado se desfiguran en el monitor. Restos arcillosos quedan adheridos en las juntas de plástico, en las orillas, en el teclado.
Posted by Anónimo at 2:25 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Odio tener que leer una nota sobre "la antitetánica" para buscar fotos acordes a la situación y para que después me digan "no me gustan las fotos, poné gente feliz y sonriente".

 
Posted by Telex at 4:41 p.m. | 3 acotaciones infames Leed más
estoy emocionado, tal vez por las fotos de thom yorke tocando la batería en vivo, tal vez por los temas que estuve cantando, por una brisa de aire que entra desde la puerta entreabierta, tal vez porque tengo un tema en la cabeza que va a explotar
Posted by Telex at 12:38 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Tuve que tomar carrera y saltar más allá. Cruzar de un tejado a otro. Escapar hacia el otro continente. Las siluetas de la noche se amontonan abajo, con antorchas y sombreros de paja (combustibles). Alguien profiere maldiciones. Algunas piedras rebotan en las tejas, o suben y vuelven a caer, ante el grito horrorizado de mis perseguidores.

Qué estupidez enorme! Sólo me trepé sobre la hija del Alcalde, unas seis o siete veces.
Ni siquiera valió la pena. No lo entenderán nunca.
Posted by Anónimo at 10:04 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Sobreviví a otro fin de semana. Igual dormí tan poco que me cuesta separar un día del otro. Todo viene creciendo como una avalancha de sueño que cada vez cuesta más frenar.

Y el frío a la mañana...
Posted by Anónimo at 9:56 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Redacción publicitaria

"Revitalización Biológica - Rejuvenecimiento
TERAPIA  CELULAR
Como en Suiza
Pero más económico"

 
Posted by Telex at 9:39 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más
Fui despertado por sueños demasiado irreales. El mundo ajeno logró también despertarme tres veces en la noche. En total debo haber dormido unas 4 horas. Llegan los fines de semana y lo último que hago es descansar. Mañana vuelta a las largas pero simpáticas jornadas laborales.
Posted by Anónimo at 1:30 p.m. | 7 acotaciones infames Leed más
Podría darme vuelta y decir un par de sandeces, de las que se deben decir.
Podría abrirle la puerta para que pases y ganarme una sonrisa.
Podría decirle al mozo que le lleve un Bailey´s a mi cuenta.
Podría decirle que me llamo Ricardo y soy petrolero.
Podría invitarla a tomar un café o a un recital.
Podría contarle alguna anécdota interesante.
Podría sentarme en su mesa.
Podría avalanzarme sobre ella.
Podría, podría, podría, podría.
Todas las opciones me parecen estúpidas.
Se fue.
Posted by Telex at 5:09 a.m. | 3 acotaciones infames Leed más

aproximación a domingo

...y sin embargo, las sonrisas no demoran en aparecer. Miradas que pintan el paisaje del Domingo que está llegando, con su inocencia, con su descanso, con su edición impresa y sus primeras planas y el olor del papel de diario mezclado con el del café, el sonido de la mañana atado a los motores de la fórmula uno, dibujada en la pantalla. El aroma de la carne chamuscada, almas de animales hervíboros que se elevan en volutas de humo azuloide por las medianeras del barrio.

Miro la hora, pero todavía es temprano, todavía nada de eso se dibuja en el paisaje nocturno. Más bien aún es sábado a la noche, aún es boliches y bares y alcohol fluyendo, y billetes circulando, todo un vals que acostumbré a dejar de mirar.

Para mí, en mis sonambulescas noches, es un poco de té, galletas de agua con mermelada de durazno, y tool a un volúmen respetable.

Algo más se podría decir de todo esto. Tiro una sonrisa al monitor. La gravedad deja de existir. Soy libre.
Posted by Anónimo at 2:39 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

2:35 am

Atrapar los bostezos de este lado. Corro por una soga delgada, la piel hirviendo, sangre brotando de los poros, el cielo se oscurece en cuestión de segundos, los árboles se petrifican en un parpadeo y pierdo estabilidad adquirida en lejanos e indivisibles ayeres.

Miento al espejo, nada conduce al otro lado del túnel. Una estúpida idea de búsqueda, de encuentro, de bienestar bañado en puro azar, me muerdo las manos para no tocarte, para tratar de no penetrar esa fina malla gelatinosa que separa el "Éste" del "Otro".

Crezco en sombras chinas, el fuego que destruye todos los recuerdos y los eleva con forma de enjambres de carbón hacia otro día, hacia otra ciudad. Mis brazos son cartílagos que cuelgan de la cama. Mis ojos caen rodando al suelo, esferas empañadas que viajan por el desnivel de la casa, y dónde está ese desagüe ahora, dónde pierdo mi vista, dónde oculto mi alma, qué corrientes me alejan de esto.
Posted by Anónimo at 2:22 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Nuboso

Día nuboso. Recuerdos lentos de días iguales que se comparan entre sí. El resultado: la misma frecuencia, el mismo sonido de las teclas, el mismo volúmen nublado, graves agudos y medios en posiciones perpetuas. Mismo zumbido de la PC. Mismo respirar, mismos sueños, mismos objetos en idénticos e inamovibles espacios.

Aburrido. Me voy a terminar SOLARIS. Fin de la transmisión.
Posted by Anónimo at 3:19 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Días anclado acá, en esta protuberancia del mundo. Miro el horizonte sin mucha esperanza, en busca de algo palpable, algo esclavo del pasado.

Fríos acartonados, lentos de circulación sanguínea, y por qué esa idea de que, sin embargo, todo se agita, todo se sacude con un ruido sordo, ajeno.

Al mismo tiempo, los hechos se entrelazan, pasadopresente, atados por un cordón de memoria, un cordón deshilachado por el vino, por las noches despierto, por las esperanzas trizadas.

Afuera, alguien tira abajo una casa, para ampliar su local de venta de maderas. El ruido (¿o el frío?) retumban en la ventana, una vibración constante que me anuda a la silla.

El espantapájaros instalado en el patio, tus ojos flotando en las nubes, espacio-tiempo en jirones.
Posted by Anónimo at 2:29 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Your political compass

Economic Left/Right: -4.75
Social Libertarian/Authoritarian: -3.28

Hice el test, y me dio la misma posición que Gandhi.
Pensé que me iba a decir que soy un boludo.
 
http://www.politicalcompass.org/
 
Posted by Telex at 5:21 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más

walking like a giant crane and
with my x ray eyes i strip you naked
in a tight little world and are you on the list?
stepford wives who are we to complain?
investments and dealers investments and dealers
cold wives and mistresses.
cold wives and sunday papers.
city boys in 1st class
don't know we're born
just know someone else is gonna come and clean it up
born and raised for the job
oh I wish you'd get up
go over get up go over and turn this tape off.

i keep the wolf from the door
but he calls me up
calls me on the phone
tells me all the ways that hes gonna mess me up
steal all my children
if i don't pay the ransom
but i'll never see him again
if i squeal to the cops

 
Posted by Telex at 2:58 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Antes y después

Antes de asentir con la cabeza tenía momentos de duda, tenía tierra en el hombro, tenía dos ojos azules.
Luego de saltar al vacío, tenía cosas pendientes, armas pendientes, calmas pendientes.
Pero ya no se si hay rutas o pozos o barreras de contención entre nuestras ciudades ocultas, o entre nuestro bienestar explícito de viernes a la madrugada.
Ya no se si hay una caja acá para que te guardes y te escondas, para evitar la intemperie.
No se si hay café para las noches o sonrisas para los días.
No se si hay algo que quieras rescatar, pero esto es lo que hay.
 
Antes de prender las velas tenía un pequeño banco en una pequeña plazoleta de una pequeña ciudad.
Posted by Telex at 10:34 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Sólo por hoy prometo no hacer el ridículo.
Posted by Anónimo at 11:19 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Todo lo que toco se rompe.
Posted by Anónimo at 11:18 a.m. | 9 acotaciones infames Leed más

Montaje lunar

Posted by Telex at 3:40 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Icnorancia

Así como nosotros hablamos de políticas económicas, de que hay que subir o bajar la carne, de que en Tucumán (Tucumán?) mueren chicos desnutridos o que en Rosario, la capital de Santa Fe se juega el clásico Colón contra Unión, estos tipos hablan de invadir países como quien juega al TEG. El año pasado vi en el noticiero chicos de 9 años diciendo que en la Fiesta de la Vendimia se festeja la elección de la reina... Si, basta de la cosa anti-imperialista y esas pintadas en la facultad de Filosofía & Letras, bajemos a la tierra. Pero... no te da un poco de cosita?

Posted by Telex at 3:10 a.m. | 4 acotaciones infames Leed más

Increíble

En EE.UU., la mitad de los jóvenes no saben dónde quedan Irak y Nueva York.
Qué esperabas?
http://www.clarin.com/diario/2006/05/02/um/m-01188202.htm
Posted by Telex at 12:44 a.m. | 8 acotaciones infames Leed más




Parecía que antes de esta foto, las grandes personas, los ejemplos de vida, los seres admirables, mostraban algo apabullante, exteriorizaban una energía y un carisma gigantesco.

La perfección en términos de estética superficial. La perfección en términos de bondad.
Bolaño, en esta foto, es una persona. Es uno en una plaza, mirando para algún lado de su mente que sólo él conoce.

La grandeza sentada en un banco de la plaza, inadvertida totalmente.
Una mochila, un cigarrillo. Nada más. Nada menos.
Posted by Anónimo at 6:48 p.m. | 12 acotaciones infames Leed más

800

800 post que se los lleva el viento, incapaz de hacer otra cosa. Te los regalo, te los tiro en el regazo, los dejo caer desde una ventana a un callejón sucio.

800 cosas que se pensaron (o no), que se dijeron más o menos, que nacieron para morir enfrascadas acá, entre el vidrio y la luz artificial.

Te regalo todos los míos, podés prenderlos fuegos, triturarlos con las manos, ahogarlos en el mar, nunca tuvieron otro propósito, otro fin, otro destino
Posted by Anónimo at 5:14 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Dos lanzamientos

A partir de hoy, dos discos nuevos y esperados:

10,000 days, de TOOL.
PEARL JAM, de PEARL JAM.

Dignos de ser comprados, edición USA, mínimo. 10 dórales cada uno en Amazon.com.
Allá vamos.
Posted by Anónimo at 11:35 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Solaris

130 páginas de SOLARIS, repartidas en dos plazas, desde el mediodía hasta la tarde. Las personas se manifiestan como creaciones espasmódicas e inteligibles de esa gran masa de océano-cerebro-creador, y yo floto sobre ellos, como la estación, tratando de hacer mediciones de sus epicentros impredecibles, de sus protuberancias callosas, de sus fluídos vaporosos, mientras se desplazan con trayectorias poco definidas, secuencias que son líneas punteadas desde un rincón a otro de la plaza.

El sol dora mis pensamientos. Un golpe de horno al aire libre. San Martín en una ocasión, ya cansado de señalar hacia el Oeste, y ese caballo rígido, verdoso que crece ahí en la plaza, como un especímen más, una extraña planta tosca digna de fotos turistas, fotos que, como las hojas, se las lleva el viento.

Me alejo lentamente, como el sol, de este día, de este mundo. Soy un extraño con ojos distintos, lavados con presión, con asco, con dolor.
Posted by Anónimo at 10:38 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Come back

If I don't fall apart
Will my memory stay clear?
So you had to go
And I had to remain here
But the strangest thing to date
So far away and yet you feel so close
I'm not going to question it any other way
It must be an open door for you
To come back

from "combeback" - pearl jam 2006
Posted by Anónimo at 5:11 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
And the days they linger on, yeah
Every night I'm waiting for
The real possibility that I may need to end my pain
Sometimes you're there and you're talking back to me
Come the morning I could swear you're next to me
And it's ok
Posted by Anónimo at 4:38 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Change of seasons

Estar parado ahí, al borde, temblequeando, y siempre lo dije, no hay nada mejor que tocar ese fondo que uno nunca pensó que podía tocar. Me explico: dos horas o más de desesperación pura. Las posibilidades de muerte aumentadas, estiradas como una masa negra que nos envuelve, y nos da apenas un poquito de calor, calor que, por lo demás, sólo durará el tiempo justo para que empecemos a abrigarnos, y de ahí en más la completa fría oscuridad en la que nos sumergiremos.

A veces, no siempre, parece que de la noche brota más noche, más densa. En momentos como ese, mientras la cabeza retumba y estalla, pienso sólo en ese túnel que tengo en mi mente, ese que bloquea toda sensación, toda esperanza, toda lógica, y me engulle una y otra vez hacia adentro, de golpe, sin aviso.

Tengo la suerte de tener a alguien que sabe exactamente qué soy, y no lo duda un segundo. Alguien que se acaba de ir a su casa, y yo acá, sólo pensando agradecido que, la verdad, me alegro eternamente de haberme tropezado con una persona así, alguien que le escapa muchísimo a las caritas pintadas en serie.

- No, creo que mejor, por acá vamos...
Posted by Anónimo at 4:29 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más