De golpe el corazón se estanca. Parece no ser más que un trozo de carne golpeada. Ambas manos caen fatigadas, el rostro chorrea cauces de lágrimas azules. La noche me ha dejado desarmado. Y pese a que es de día, pese a que el sol brilla pálido sobre el cielo plateado, pese a la luz amarillenta y las sombras violáceas, no hay más que noche.
Los autos ya no rugen: murmuran. Las aves se mueven sobre los árboles, pero no hay sonido que brote de ellas, no hay batir de alas, no hay viento golpeando plumas.
Lo más parecido a estar muerto, a haber nacido detrás del blindex que me separa de este cuentito a colores.
Dormir, pero no olvidar apagar el interruptor, todas las esperanzas desvanecidas de un tirón. Y mi alma, opaca, ilusa, recostada sobre la noche, y mis llantos, restos moribundos de imagenes y deseos y pequeños sueños en blanco y negro.
Y mi cuerpo, ese autoengaño, esa fauna que me devora y me asfixia.
Polvo de ladrillo en el parque, polvo para mutar, para revolcarse en él, para que el mismo sendero que lleva velozmente a los deportistas, a mí me transporte lento, pesado y a la rastra.
Alguna vez fui feliz. Alguna vez tomé en mis manos aquello que llaman paz, algo tan frágil, tan indefinido, que terminó rompiéndose o escapando de mí.

Crecer es morir de a poco.
Mientras el pecho se comprime y las costillas se entierran en la carne, sólo pienso en este parque. Parque de ladrillo, parque de árboles, pinos, palmeras, estatuas, lagos, manteles, perros, bicicletas, helados, tal vez globos, quién sabe.
Los portones del parque me asustan. Todo parece indicar que soy parte de una bruma oscura. Mi cuerpo tiembla, pero el piso permanece intacto.

Voy a morir hoy, o mañana. Voy a morir sólo para nacer y morir nuevamente, para ni siquiera saborear la paz de la inevitable y eterna muerte.
Revivir, sí, pero revivir sin los recuerdos que poseo, como un alma nueva, limpia, sin remordimientos, sin presentes ni pasados, sólo futuros que no me condenen, futuros en los que pueda desembarcar si temor, sin esfuerzo.
Posted by Anónimo at 3:51 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Para cuando yo mismo lo entienda, ya voy a estar lejos de mí.
Posted by Anónimo at 11:15 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Campo

Formas que se deshacen.
Brillos ausentes en la mirada.
Campos de maíz cegados por la luz.
El alba y los pájaros revoloteando. Un remolino de pétalos negros en el cielo.
Ciénagas en el horizonte, entre pastizales y senderos tortuosos.
EL viento amaina, las aves planean en melodías de ocasos púrpuras.
La forma del tiempo.
Los caminos arcillosos.
Las flores tumbadas al costado.
Los pájaros de cenizas y brasas apagadas.
El campo tierno acá, seco allá.
La humedad abandonada en las ciénagas.
El tiempo desparramado en el cielo.
Cada estrella un segundo, y mientras las cuento, mi vida se desvanece.
Posted by Anónimo at 11:03 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Renacer. Pero dónde. Anotaciones que se confunden con la realidad. Sueños que también se mezclan y pisan e invaden este lado del espejo. Extraño pensarte, extraño recorrer tu cuerpo, extraño posarme al lado de tus ojos.

Luego serán huracanes azules traídos desde lo remoto. Ignorar que estamos muertos ni bien se parte el cascarón.
Para nacer hay que destruir un mundo, eso si no nacemos muertos, cosa que ocurre con una frecuencia apabullante. En realidad, no nacemos muertos, sino que morimos más de golpe que los demás, pero de alguna forma el destino nos marca esa inminente muerte, como si el otoño y aún el invierno en estas latitudes nos alcanzara a cualquier edad, en la primera curva de la vida, cuando todavía no terminamos de tropezar por primera vez y entender qué es lo que nos hizo tropezar, sin entender (¿Pero acaso alguna vez lo entenderemos?) qué es cielo, qué es tierra, y que es eso llamado "piedras en el camino", qué es la intención, qué es amar, qué es el sexo, qué es llorar y qué es correr calle abajo sin saber por qué no nos interesa frenar en cada cruce, por qué el auto azul que nos embiste refleja cielo y no tierra, y sobre todo, como en este caso, como en mi caso, por qué demoro tanto en caer, en estrellarme contra el suelo, en ser un charco más calle abajo, lágrimas rojas que corren calle abajo y tampoco frenan en los cruces.
Posted by Anónimo at 10:55 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Insomnio, o casi. Y ya iba siendo hora de dejar atrás lo recorrido y descargar el presente (y acaso el futuro) en otro recipiente. Sentir que el líquido llena el envase, un retorcijón en el estómago, cerrar la mandíbula con fuerza, los dientes crujiendo y chirriando, la saliva inundando la boca, luego los ojos se acurrucan entre las arrugas de la cara, y después el espejo arañado del baño. Después el sol. Más tarde los vagabundos tostados en un banco de una plaza rectangular. Las entradas en cada esquina. Semáforos. Cuatro pares. Un trolebús y un autito rojo, particular.
Desmoldar la vida en medio de la calle, una gelatina que tiembla al viento y las manos que la repasan y la tantean y el olfato no sirve, porque la vida no huele, tampoco sabe, aunque entre cuellos húmedos y labios carnosos y piernas hundidas en las sábanas, perfumes que se añoran y sabores de besos tibios y también caricias que impregnan nuestros sentidos, pero en resúmen, el vestirse y desvestirse, el colectivo, el horario laboral, no deja rastros para el olfato, apenas para el oído, y en cambio mucho para la vista. Sacudo los ojos, los cierro y los abro (no es lo mismo que un parpadeo, pero se parece). El dolor como alfileres prendidos a la córnea. La atmósfera de una calle montándose a otra, una vereda tirándose a una acequia, las prostitutas se apelotonan en las esquinas, los vagabundos se sacuden en la plaza cuando el sol se recuesta sobre las nubes. Lo demás es dejarse morir en una orilla, tal vez arrebujado en esa gelatina fría que es la vida pasada, la presencia de un futuro borroneado, impreciso, que se alimenta de los deseos ajenos.
Posted by Anónimo at 3:41 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Como a los que les han cortado una pierna y sienten que todavía les duele.
Posted by Anónimo at 12:21 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Ciudad-Niebla

Las personas, al menos desde calle San Martín hasta 25 de Mayo, se camuflan bajo el humo de las parrillas y el vapor del invierno, un vapor que se queda flotando como telarañas creada por bocas mudas que circulan y se confunden, ropas grises infladas en el frío, y el sol que apenas traspasa la mañana empañada. Pequeños surcos de calor donde algunas sombras vagas se detienen a suspirar, a acomodarse la bufanda, a perder hilos que se arrastran moribundos por la acera.

Los autos silban, los semáforos con sus semblantes verdes, rojos y amarillos fugaces, los locales que suben sus rejas y abren sus cristales, pero dónde están realmente las personas, no esos seres blureados que apenas se distinguen del cemento, sino las personas que activan los mecanismos, quienes cuelgan banderas patrias en los balcones, quienes limpian y adornan las vidrieras, quienes conducen autos de vidrios tapados de vapor, quienes limpian con hojas de palmera las veredas, quienes expulsan humo azul de sus bocas petrificadas.

las personas juegan una escondida primitiva, y nadie parece encontrarse, y nadie se atrave a buscar a otra persona. Como si la ciudad estuviera hecha sólo de niebla y sueños, y las paredes fueran muros de vapor sólido, muros que si los tocamos probablemente nos devoran, pero no los tocamos, porque no hace falta. O tal vez, al menos desde San Martín hasta Mitre, toda la ciudad es una idea nubosa en la mente de alguien, una idea que aparece de golpe, muta y desaparece, sin dejar rastros, pistas, huesos.

La fragilidad de esos fantasmas de personas que se arrastran sin el menor sonido, y que se tocan y rozan y desgarran y mezclan como un café caliente evaporándose hacia un más allá invisible, impredecible, y que sólo el sol puede convertir en personas por un breve instante, sólo si sus rayos llegan hasta la ciudad, si las nubes y la bruma crean ojos para que este pueda observar.

Nacer en Calle San Martín y Las Heras. Morir a la altura de 25 de Mayo, enterrado en la bruma, sudando un extraño vapor frío que se adhiere a la sien y nos tapa y nos oculta entre ese enjambre de fantasmas y niebla. Las luces perdidas, sin faro que nos indique un rumbo de regreso, una costa, una playa improvisada donde asentar un paso seguro, cierto, los semáforos como barcos lejanos que huyen para no regresar, toda la ciudad replegándose y escapando de la vista, el pecho se cierra y las sombras de viajeros y empleados y alumnos se destiñen y la ciudad de algodón se deshace y el pensamiento de esa ciudad, el creador que mata esa idea, la borra de su mente de un sólo parpadeo, y la ciudad de niebla deja de existir.
Posted by Anónimo at 8:56 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

3 enseñanzas / 3 horas

1) Las oportunidades no son eternas, se pasan. Hay que saber aprovecharlas. Tengo la sensación de que no lo hice o de que lo podría haber hecho mejor. Es muy probable que no haya otra, trataré por algún medio de que no.

2) La tolerancia tiene un límite que yo sobrepaso constantemente, buscando sus puntos más altos. Lo he hecho una y mil veces porque he creído en el poder de la tolerancia. En la capacidad ajena de comprender que no hace falta decir las cosas mal para que uno las entienda, de interpretar los signos alrededor, las señales obvias, para tomar cartas en el asunto.

3) A los pelotudos hay que hablarles como pelotudos. A los imbéciles hay que tratarlos como imbéciles. Y lamentablemente hay que decir las cosas de la peor manera posible una y mil veces antes de llegar a situaciones extremas.

Lo reiterativo se materializa ante el más mínimo análisis en estas viejas entradas:

Primera oportunidad
Segunda oportunidad
No importa la razón
Posted by Telex at 1:25 a.m. | 2 acotaciones infames Leed más

Off He Goes

Know a man, his face seems pulled and tense
Like hes riding on a motorbike in the strongest winds
So I approach with tact, suggest that he should relax
But hes always moving much too fast
Said hell see me on the flipside
On this trip hes taken for a ride
Hes been taking too much on ...
There he goes with his perfectly unkept clothes
There he goes...

Hes yet to come back, but I see his picture
Doesnt look the same up on the rack
We go way back

I wonder about his insides
Its like his thoughts are too big for his size
Hes been taken, where, I dont know?
Off he goes with his perfectly unkept clothes
And there he goes...

And now I rub my eyes, for he has returned!
Seems my preconceptions are what should have been burned
For he still smiles, and hes still strong
Nothings changed, but the surrounding bullshit
That has grown

And now hes home, and were laughing like we always did
My same old, same old friend
Until a quarter-to-ten

I saw the strain creep in
He seemed distracted and I know just what is gonna happen next
Before his first step, hes off again
Posted by Anónimo at 7:39 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

En un bar

Lo primero que se me cruzó por la cabeza mientras la ví atendiendo la mesa de dos tipos morochones y sospechosos (primero lo de sospechosos y luego lo de morochones), fue abrirle las piernas y penetrarla detrás de la barra, o tal vez en la cocina, cerca del humo de las planchas de lomos y hamburguesas, pero no digamos una penetración común y corriente, como esas que se tienen con las esposas (la mía puede dar fe de ello) al llegar del trabajo por las noches, digamos la noche de un martes o un jueves, esos días en los que no pasa nada de ninguna forma, en fin, no un polvo rápido y desprolijo, sino más bien una embestida, poderosa, satisfactoria, de al menos unos diez minutos, o el tiempo en que se terminan de cocinar los lomos, en lo que el cocinero prepara la pizza y la saca para la mesa cuatro, mientras la tele con cable apostada sobre una de las columnas rosadas del bar muestra un segundo tiempo de algún partido, tal vez Hungría contra algún país condenado a desaparecer, pero Hungría no jugaba, ¿o sí?

La imagino, y no me importa si debería o no, si mis hijos, si mi mujer enferma (acaso con más razón) con el delantal levantado, los pedidos cayendo de sus manos crispadas, y su boca abierta, jadeando hacia atrás, mirando un Dios que no se encuentra en el cielo del techo, sino más bien en el cielo de la pared a sus espaldas, sus ojos blancos brillando en la luz fugaz de la cocina, el humo, las ropas que se sacuden, los gemidos que aumentan y los de las mesas que no saben bien qué pasa pero tampoco preguntan, llegaron a ese bar sin preguntarse nada y se van a ir de la misma forma, a lo mejor algún comentario seco sobre los Húngaros que no tuvieron su mejor partido, o al menos primer tiempo, y si el capitán se lesionó, y mis manos apretando su carne con fuerza, y todas mis energías dirigíendose hacia ella con enviones que desatornillan la cocina de la pared, temblores secos del otro lado de la cocina, los cuadros de Molina Campos sacudiéndose, la tele hace interferencia cada vez que ella se corre, la carne se quema en las planchas y el vapor inunda la cocina y el humo y el instinto caníbal se agiganta y sus piernas cansadas de flotar en la cocina, y su sonrisa detrás de pelos pegados de sudor sobre su cara.

Pienso con una sonrisa en la propina más que generosa que podría dejarle. Pero eso ya pasó hace cuadras, el colectivo se desliza por la calle y me acerco (peligrosamente) a mi casa, a mis hijos perdidos en esta ciudad, a mi mujer muerta pero sin saberlo aún, y la moza o el fantasma de ella que todavía me dice algo al oído, algo que me suena (o quiero que me suene) como: "qué hijo de puta has sido, que grandísimo hijo de puta", y su sonrisa imaginaria prendida a mi mente con un alfiler de gancho.
Posted by Anónimo at 9:48 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Qué hacer?

Son las 9:00 am. Estoy en el trabajo con un mareo + náuseas gigantes. ¿Qué hacer?

a) Voy al baño y me sacudo la espalda frenéticamente hasta oír la llamada del interior.
b) Me quedo acá sentadito, sigo trabajando hasta que desparrame restos de una hamburguesa ingerida con pena sobre la alfombra gris.
c) Tecleo CTRL+Z tres veces seguidas a ver si el tiempo vuelve y comienzo desde cero, desde el instante en que sonó el despertador y mejor lo apago y sigo durmiendo, como tenía pensado, ya que anoche, como las anteriores, fue una noche cargada de sueños, fantasmas y despertares intermitentes como parpadeos a largo plazo, sueños separados por bloques de desvelo y mirada perdida a una habitación que por más esfuerzo que le ponga, jamás será mía.
d) Me tiro en un sillón del Estudio.
e) Vuelvo a mi casa (en taxi, supongo).
f) Vuelvo el tiempo aún más atrás (ojalá) y dejo de sacudirme en el viento, y dejo de pasar frío y secarme la cabeza, y vuelvo sobre mis pasos aún antes de haberlos trazado, y descanso, y como una ensalada de algo, bien tranquilo, bien relajado.

Pero ya el reloj de la Mac manda las 9:06 am, tiempo de volver al mundo literal, y a esperar que mi espalda se arquee, una línea cóncava y luego convexa, mientras eso que nació dentro mío muere afuera, de una vez por todas.
Posted by Anónimo at 9:03 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Los alemanes tienen todo controlado



Me imagino un cartelito así en la parada de Salta y Entre Ríos, diciéndome cuánto falta para que pase el 80 Panquehua.
Sería más probable que el cartel indicara cuánto falta para que te roben, o que te diga "hay un cabeza sospechoso en la esquina del frente. Salí corriendo y tomátelo en la plaza".

La foto me la afané de este blog, que está bueno hasta que te enterás que escribe Matías Martin (con exceso de retratos propios)
Blog La Nación
Posted by Telex at 1:30 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Closer

Los depresivos no quieren ser felices, quieren ser infelices para confirmar su depresión. Si son felices no están deprimidos y tienen que salir al mundo a vivir, lo cual puede ser deprimente.
 
Posted by Telex at 6:32 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

tema de lito en el tiempo




Este tema lo escuché una vez interpretado por Gonzalo Aloras en vivo.
Y me quedó grabado. Le pregunté cuál era, después de tres años, y lo recordó.
Así que me lo bajé, y aquí está la letra que, curiosamente, ese día calzaba justo e hizo que me quedara pendiente hasta el día de hoy.
 

No importa la razón (Lito Nebbia)

No importa la razón porque te fuiste
No importa la razón porque te amé
No tengo tiempo para preocuparme
En saber cuál es el motivo
De tanta soledad

Seguro que ya habrás hecho la promesa
De querer para siempre
Una vez más
Te puede suceder una y mil veces
Siempre habrá alguien que te quiera
Y te crea como yo.

La vida pasa y uno espera
La espera duele y uno empieza
A creer que una ilusión
Nunca podrá ser
Otra cosa más
Que una ilusión.

También puede pasar que mañana llames
Y sin ningún motivo atenderé
Me hablarás de volver
Tantas cosas dirás
Porque sabes muy bien
Que siempre aceptaré.

Pero esta vez estaré preparado
Para que no me dañes al pasar
Un beso será un beso
Una caricia sólo eso
Y así cuando te marches
Tanto no sufriré.

La vida pasa y uno espera
La espera duele y uno empieza
A creer que una ilusión
Nunca podrá ser
Otra cosa más
Que una ilusión.
No importa la razón porque te fuiste
No importa la razón si volverás...
 
Posted by Telex at 1:20 a.m. | 7 acotaciones infames Leed más
Esta mañana Ricardo Mur se convirtió en mi enemigo.
Posted by Anónimo at 11:39 a.m. | 3 acotaciones infames Leed más

II

Soñar despierto es casi como soñar. Brillos metálicos de mañanas nubosas sobre los caños de la cama. La puerta entornada, un rectángulo de luz salpicando el piso. Las sábanas batidas y mezcladas con la piel, un camuflaje típico de domingo.

Los pies, los ojos haciendo foco en ellos como una cámara que recién se enciende, como una imagen que es traída de los pelos a la realidad, o mejor, como una realidad que es traída de los pelos a la vista nublada.

Las manos apretando con fuerza la almohada. Soñar despierto es casi como soñar. Los pies al aire, una corriente suave que se filtra por las persianas de madera. Las cortinas sisean y emiten roces divinos sobre la pared. Chispazos en los ojos, escenas melodramáticas que se desvanecen: los sueños como esos incorpóreos fantasmas que se pierden y desdibujan con la luz del día, con el abrir de los párpados. Pestañas. Beso mariposa. Su hija desapareció. Extrañar es un latigazo de fuego que deja una cicatriz roja y luego negra, y un olor a carne quemada que no se disipa tan fácil.

La habitación resplandece. Una habitación pequeña, una silla cerca de un mueblecito rústico poblado de papeles. Algunas lámparas brotando de las paredes como campanas de enredaderas. Metal lustrado, el pomo de la puerta refleja la habitación bañada en oro. La cerradura promete otro día ameno, tranquilo.

La paz de la mañana llega entre las sábanas, las piernas apenas se acomodan, y nada mejor que pensar, o dejar que los pensamientos aparezcan y desaparezcan, como productos que se publicitan y cambian y mutan, comercial de ideas tras comercial de ideas, con cuál quedarse. La respuesta no es una revelación: con ninguna.

Volvemos a los papeles de la mesa. Algunas hojas están manchadas con vino. Otras probablemente con té o café. Las manchas no son iguales, pero se hace difícil poder distinguir con precisión la procedencia de los salpicones desde esta distancia.

El borde de la cama brilla, un caño redondeado que envuelve su cuerpo. La siguiente lista de cosas no está en su habitación:
Un perchero.
Un lampazo.
Un perro echado.
Una pipa.
Pantuflas.
Una hija.

Pero sí una foto de su hija, sí una escoba, sí un guardarropas, sí tabaco en una bolsa y hojitas finas guardadas en un cajón del pequeño escritorio, sí zapatos, y sí un gato azuloide que se arrebuja entre las ropas colgadas en el respaldo de la silla.

“La mañana miente”, y se tapa hasta las orejas con las sábanas. El cuerpo se sacude, como para cambiar el día, como para acomodarse a la nueva luz, como para deshacer el tiempo y tomar esas migajas y rearmar el puzzle de su vida, reconstruir hechos y acomodar piezas a gusto. “Todos mienten. Al final, todos mentimos. Los días avanzan con una pereza prodigiosa. A veces incluso, retroceden”.
Posted by Anónimo at 1:23 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Un tiempo en las afueras

Un tiempo en las afueras. Me pregunto cuánto falta. Mis zapatillas grises y mis pantalones grises y mi cuerpo también un poco gris, confusión total con el asfalto, un disfraz de poste de luz, aunque bien mirado es un disfraz de casilla de gas o de columna de casa de la cuarta sección, casa con rejas bajas y desvencijadas, herrumbre flotando y desapareciendo, hojas fantasmagóricas remolineando en un rincón.

Mi mente encajada de alguna forma dentro de ese ir y venir diario, saltando de un colectivo a otro, de un trabajo a otro, de una idea a la otra. Nada misterioso.

La gran revelación: todo el día alimentándome de cumplidos obtusos. La camisa arrugada, dormí sobre un libro y arrugué o doblé sus puntas. La almohada es de una comodidad ajena a los bordes afilados de las calles. Acurrucarse en un banco de una plaza, entre trabajo y trabajo, un almuerzo a base de reproches.

La sensación de que el mundo no se acabó el seis del seis del cero seis, sino mucho mucho antes.
Posted by Anónimo at 9:52 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

060606

Esta es una fecha rara, sucesos extraños podrían haber sido vaticinados por Nostradamus, Horangel o la mismísima Aschira.
O bien, algun suceso de hoy podrá ser vinculado a la fecha. Una piedra en el zapato o la continuidad del mal en el mundo podrán ser atribuídos a la numerología satánica.
Y si el mundo termina hoy? No va a terminar. Me arriesgo a asegurar eso, pues, si termina, nadie leerá mi aseveración, pues nunca la habré dicho, y no estaré vivo, nunca la habré pensado.
Pero me voy a dormir pensando en todas las cosas que hice y que no hice.
 
Me voy pensando que el vuelo 1378 de Iberia saldrá a las 14:20 desde el Plumerillo.
Que Pedrito Mazza se equivocará en el pronóstico a las 7.
Que Ricardo Mur encontrará un lugar mejor para vivir y frotarse las manos.
Que Ricardo Mur es la versión venida a menos de Julio César Orselli.
Que el último mundial fue el último, como pronostiqué en el año 98.
 
Posted by Telex at 1:57 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más
Un par de ojos sobre una bicicleta roja que se desliza como una flecha calle abajo. Apenas un susurro en el viento, los pies descansando en los pedales, el rostro limpio de pelos. No hay necesidad de velocidad. No hay necesidad de tiempo, no hay necesidad de espacio. Estamos perdidos entre hojas que caen de un árbol y las hojas del árbol siguiente, de la vereda siguiente. Una capa de sol, de otoño, un aura dorada que te rodea y se pierde en un hilo de atardecer.
Posted by Anónimo at 5:42 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Un newsletter al que vale la pena estar suscripto

Un dibujante impresionante. Más en www.john-howe.com


[John Howe] Newsletter: "HOLD THE LINE, PLEASE."

Or Conversations from Outer Space


Here is an exchange I recently had with a local newspaper:

"Picture research, please."

"Speaking."

"Hello, I'm phoning about an image of mine printed in last Sunday's paper."

"?"

"You know, the paper you print on... well... Sunday. The day before yesterday."

"?"

" Well, there was one of my images, printed in last Sunday's edition, I was wondering who was contacted concerning permission to use it."

"I don't have the paper in front of me, hold the line a second." (follows a long hunt for the edition in question, interspersed with comments from a distance along the lines of "Some wierdo on the phone" "What's he want?" "I don't know, something about a picture." amidst a rustling of paper and finally approaching steps.)

"Okay, I have it, what page?"

I give the page, explain which image, where.

"And?"

"Well, I wondered where you went to get permission to use it, since it's not credited."

"?"

"Let me rephrase that more clearly. DID you get permission to use it?"

"No..."

"You just printed it like that?"

"Uh-huh."

"I'm sorry, but is that how you normally work? Just print pictures without wondering where they are from?"

"?"

I'm starting to loathe this conversation, and beginning to feel like it's all my fault for making a fuss - well, not a fuss, really, I'm practically apologizing for bothering this individual by now.

"You know the image is under copyright."

"?"

"Perhaps I should put you in touch with the editor?"

"You mean for money?"

Now I feel like a space alien whose GPS fouled up on entry into the troposphere. I have landed outside a roadside hamburger joint in Iowa instead of the UN and when I say "Take me to your leader" the dimwit burger jockey slopes off and returns with his "leader". Heaving into view is a monstrous belly in a grubby t-shirt, topped with an unshaven oval countenance complete with a cigarette butt bobbing in the corner of a batrachian mouth. The being is holding a spatula and a fly swatter and I bet there's a sawed-off shotgun under the counter. What AM I going to tell them when I get back home? If I get back home. I just knew this whole thing was a bad idea.

"Take me to your leader."

"?"

"Sorry, can I talk to someone else please? This is giving me a headache."



Actually, rewind to the space alien, that's where this conversation petered out in contrite mumbling on my part. The next day when the journalist phoned to apologize and I felt even worse. John Howe's not here I said, he left the country, he uhh... got plastic surgery, and... changed his name and went pearl diving in Iceland. Maybe it was surfing. Yes, in the Kalahari. Or the Gobi. No, I'm sorry, he didn't leave a forwarding address.
Posted by Anónimo at 11:09 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

Un asado en Alemania



Alemania 2006: cobertura
www.unasadoenalemania.blogspot.com
Posted by Telex at 4:36 a.m. | 6 acotaciones infames Leed más

2 blogs buenos, no como este

Recomiendo dos blogs hiper creativos, el primero me llevó al segundo.
Siguiendo ese árbol infinito de navegación que producen los links de cada blog se pueden encontrar cosas realmente originales y divertidas.
 
La casa del mandril
http://www.lacasadelmandril.blogspot.com/
Reality show de una pelusa en un ombligo. Especial atención a las entradas sobre Steven Seagal.
 
El mundo de Wilson
http://elmundodewilson.blogspot.com/
El arte está en todos lados y merece su análisis.
 
 
Posted by Telex at 7:17 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Estrella Distante

Acabo de terminar de leer Estrella Distante de Bolaño. Dejé el libro sobre la mesa de luz, sacudí un rato la cabeza para espantar pensamientos, e inmediatamente sentí unas ganas gigantes de llorar.
Posted by Anónimo at 5:19 p.m. | 1 acotaciones infames Leed más

aburrido

desde hoy a las 16 hs estoy aburrido
síntoma raro el aburrimiento
y ya es demasiado tarde
son como las 2
le dije que estaba aburrido y no era mera charlatanería
mierda, es viernes
recién entiendo que es viernes
a veces todos los días parecen iguales
algunos empiezan con m, otros con d
 
está todo programado desde hace 10 millones de años
yo estoy programado hace 25 y monedas
 
esto puede salir exactamente igual a lo que pienso que saldrá
como siempre
 
excepto...
excepto que hablemos
excepto que nos saludemos
excepto que mi chiste la lleve a carcajadas
Posted by Telex at 2:32 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Anotaciones.

Anota: "Quise decir algo. La boca no estaba en su lugar. Plumas de pavo real rosadas flotando en el cielo. La imagen es sólo eso: un rectángulo azul lleno de plumas rosadas y blancas, plumas de pavo real, extrañamente del color de plumas de flamenco."

La siguiente imagen: "La ciudad totalmente sepia. Un pedazo de una mujer, un brazo izquierdo sosteniendo una cartera, un tapado largo hasta una pierna que se difumina con el cemento. Todo sepia, todo viejo. Un letrero arriba de la mujer, un cartel gigante con la fotografía a color de unas zapatillas Topper naranja. Lo único a color, esas zapatillas vistas de arriba, un naranja intenso que amenazaba con empujar la tonalidad constante del universo exterior."

Al final: "los hombres ligustrines ya no me persiguen, tampoco me rodean y al menos por el momento dejaron el paso libre. Los caminos llevan a distintos lugares, no tengo idea dónde. Las escenas vuelan rápido, cada sueño compone un cuadro de una película que pasa a 32 cuadros por segundo. Cada pantallazo estalla en la parte posterior de mis ojos y deja salpicones en la retina, imposibles de limpiar".

Anota, con la mano desgarrada, en otro día ausente de sonido, girando las nubes con el dedo como si se tratara de la espuma de un café en su mesa de luz. Anota, en los últimos límites de su consciencia, y recuerda, o cree recordar, intermitencias de sueños cortando con filo una vida cotidiana. Los estragos, las angustias, las molestias. Todo reflejado frente a una vidriera de situaciones típicas, sociales.

"Hoy el coro en el parque, la terraza desierta por donde miramos pasar el tiempo. Los globos en el parque reflejan el atardecer. El mundo de gente, corrientes y contra corrientes que se empujan y se frotan y rozan y avanzan, o retroceden. Las miradas fijas en un punto que se encuentra entre dos cabezas, entre dos globos, detrás de una tienda de dulces, cerca de una calesita chirriante, mal iluminada."

Gastar el tiempo, gastar el lápiz. La libretita en su bolsillo, el lapiz rodando entre sus dedos, la punta redonda. "Cambios de color en las personas. Mares de remeras y pantalones". Y luego: "tomar hacia la izquierda toda la tarde, no llevó precisamente a vueltas circulares, más bien se trató de una telaraña de pasos en los que mi mente quedó atrapada".

AL final, cuando la noche se funde con las cosas, la mano fría y la madera del lápiz raya un poco el papel, y hay que inclinarlo más para poder escribir, la mina se oculta como una tortuga en su caparazón y la libretita pierde color: "Estrellas que queman los ojos. Sueños que aparecen, saludan, se asoman a la puerta equivocada, una reverencia y siguen por este eterno pasillo de hospital".
Posted by Anónimo at 2:00 a.m. | 0 acotaciones infames Leed más

...

Si Amelie prefería vivir en sus sueños y seguir siendo una chica introvertida, estaba en su derecho, ya que malograr su vida es para todo ser humano un derecho inalienable.
 
A Amélie le gusta:
 
Meter la mano en|una bolsa de semillas...
Romper el caramelo de la crème brûlée...con la punta de la cuchara
Y lanzar piedras al agua en el canal de Saint-Martin.
 
- ¿Ella está enamorada de él?
- Sí
- Entonces ha llegado el momento de arriesgarse, de que ella se arriesgue de verdad
- Eso es lo que piensa, está estudiando una estratagema para ...
- Ya entiendo, le gustan las estratagemas...
- Sí
- En realidad ella es una cobarde , precisamente por eso me cuesta captar su mirada.
 
- Esa chica del vaso de agua, si parece ajena quizás creo que está distraída pensando en alguien
-  ¿Te refieres a alguien del cuadro ?
- No, quizás en en un chico con quien ella se cruzó y le dio la impresión de que los dos se parecían
- O sea, que ella prefiere imaginarse una relación con alguien ausente que tener una con los que están a su lado
- No se, quizás sea lo contrario y ella se desvivió por arreglar la vida de los demás
- ¿Y de ella, de todos los desarreglos de su vida, quién se preocupa ?.
 
La suerte es como el Tour de Francia, lo esperas todo el año y luego pasa rápido. Las oportunidades hay que atraparlas deprisa, sin dudar.
 
En ese momento, en el jardín de La Villette, Félix descubre...
que el número de conexiones en|un cerebro humano es superior al número total de átomos del universo. Mientras.
Al pie del Sacré-Coeur, las Benedictinas trabajan su revés.
La temperatura es de 24º, humedad del 70%,
y la presión atmosférica esde 990 milibares.
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Declaración de principios / Vegetable

I never wanted anything but this,
I worked hard, tried hard.
I ran around in domestic bliss,
I fought hard, died hard.
Everytime you're running out of here,
everytime you're running I get the fear.
I never wanted any broken bones,
scarred face, no home.
Your words surround me and I asphyxiate,
and I burn all hate.
Everytime you're running out on me
everytime you're running I can see.
I'm not a veg'table, I will not control myself.
I spit on the hand that feeds me,
I will not control myself.
The waters break, the waters run all over me.
The waters break, the waters run
and this time you're gonna pay.
I'm not a vegetable, I will not control myself.
I spit on the hand that feeds me,
I will not control myself.
 
Posted by Telex at 1:52 a.m. | 1 acotaciones infames Leed más

Pseudo Fantasma

Doblo una esquina de noche. Pasé un rato por la soledad del cine. Las personas sobredimensionadas, el ruido de la película girando, las casi imperceptibles sombras entre cada cuadro y cada cuadro. Suspiros. Personas que se acomodan.

Doblé la esquina de noche, con dolor de cabeza. Un perfume a jazmines me sigue durante dos casas (cartel de comida vegetariana, antes uno de un café al que asaltaron en un par de ocasiones) y luego se disipa. Tirito entre las sombras alargadas. EL alumbrado deforma la ciudad, algo triste, melancólico. Las pastillas arruinan mi estómago (cartel de SE VENDE PROPIEDAD). Recuerdo haber soñado con un blog lleno de errores ortográficos. Luego se trataba de un laberinto de Ligustrines Humanos. Un ejército de humanos/planta daban forma al laberinto. Humanos verdes bien podados, aunque algunos tenían un par de ramas que irrumpían con el contorno de hombre. Cada paso que daba, o más correcto sería decir, cada dos pasos (cartel de Peluquería, no recuerdo el nombre, no puedo recordar los nombres de todas las cosas, una muchacha en una foto detrás de las rejas de una ventana con un peinado ochentoso y rubor en sus mejillas) el laberinto se movía. Los soldaditos de vegetación cambiaban el diagrama del laberinto: donde antes había pasillos ahora se encontraban paredes. Era como si el laberinto mutara a medida que me acercaba (casa de música: carteles en blanco y negro de recitales de bandas de heavy metal. Tipografía simulando acero brillante. Ilegible a 30 centímetros) al centro, ese epicentro de los sueños que me era negado una y otra vez. Los seres Ligustrines no tenían, por supuesto, boca ni pelo ni ojos, eran figuras recortadas por algún Edward Manos de Tijera que se movían en perfecta sincronización. Cada decisión que tomaba (dos prostitutas se dirigen hacia mí, tapados de piel baratos, una con jean y zapatos de plataforma, la otra con una falda oscura y botas blancas acordonadas) provocaba una reacción en estos muros vivientes, y me era imposible alcanzar la meta. ¿Pero qué meta en realidad? Luego todo se deformaba, un batido de imágenes estrelladas como pintura sobre un muro recién blanqueado. Entre el yeso diviso una persona alta, anciana tal vez, indígena, con un arco tensado entre sus brazos flacos. Flechas clavadas en el pasto verde. Lejos, el sol sangriento asomando sobre un campo de batalla desierto.

Cruzo las esquinas, las sendas peatonales borroneadas, apenas visibles. Los colectivos navegan por las calles ondulantes. Recordar todo es imposible. Escucho por primera vez en la noche el sonido de mis pasos sobre las baldosas. EL día que no los escuche más seré un fantasma. Me apresuro a llegar a la puerta de reja antes que esos dos de ahí que caminan con mirada sospechosa.

Extraño unas piernas cálidas abrazando mi cuerpo. Tengo fiebre. Estoy mareado. Me tambaleo por el pasillo (una letra "D" pintada sobre la puerta de hojalata), nuevamente los hombres ligustrines me ven desfilar. Y avanzo, y retrocedo. Las personas me ignoran. Todavía escucho mis pasos rebotando en la ciudad. Todavía no soy un fantasma.
Posted by Anónimo at 2:26 p.m. | 0 acotaciones infames Leed más