Parecía que antes de esta foto, las grandes personas, los ejemplos de vida, los seres admirables, mostraban algo apabullante, exteriorizaban una energía y un carisma gigantesco.

La perfección en términos de estética superficial. La perfección en términos de bondad.
Bolaño, en esta foto, es una persona. Es uno en una plaza, mirando para algún lado de su mente que sólo él conoce.

La grandeza sentada en un banco de la plaza, inadvertida totalmente.
Una mochila, un cigarrillo. Nada más. Nada menos.

Sobre...