Antes y después

Antes de asentir con la cabeza tenía momentos de duda, tenía tierra en el hombro, tenía dos ojos azules.
Luego de saltar al vacío, tenía cosas pendientes, armas pendientes, calmas pendientes.
Pero ya no se si hay rutas o pozos o barreras de contención entre nuestras ciudades ocultas, o entre nuestro bienestar explícito de viernes a la madrugada.
Ya no se si hay una caja acá para que te guardes y te escondas, para evitar la intemperie.
No se si hay café para las noches o sonrisas para los días.
No se si hay algo que quieras rescatar, pero esto es lo que hay.
 
Antes de prender las velas tenía un pequeño banco en una pequeña plazoleta de una pequeña ciudad.

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