aproximación a domingo

...y sin embargo, las sonrisas no demoran en aparecer. Miradas que pintan el paisaje del Domingo que está llegando, con su inocencia, con su descanso, con su edición impresa y sus primeras planas y el olor del papel de diario mezclado con el del café, el sonido de la mañana atado a los motores de la fórmula uno, dibujada en la pantalla. El aroma de la carne chamuscada, almas de animales hervíboros que se elevan en volutas de humo azuloide por las medianeras del barrio.

Miro la hora, pero todavía es temprano, todavía nada de eso se dibuja en el paisaje nocturno. Más bien aún es sábado a la noche, aún es boliches y bares y alcohol fluyendo, y billetes circulando, todo un vals que acostumbré a dejar de mirar.

Para mí, en mis sonambulescas noches, es un poco de té, galletas de agua con mermelada de durazno, y tool a un volúmen respetable.

Algo más se podría decir de todo esto. Tiro una sonrisa al monitor. La gravedad deja de existir. Soy libre.

Sobre...