Las horas del día se pasaron fugazmente y yo estuve todo el tiempo ahi recostado, inmóvil, comenzando a sentir el dolor que produce el sedentarismo en mi cuerpo: como un puñetazo en el pulmón derecho o una patada en las vértebras lumbares. He pensado en casi todo lo que tenía a neuronas menos en mi trabajo.

He visto novelas brasileras y he tratado de identificarme con ellas, pero no distingo los buenos de los malos.
La negra evita al tipo porque lo ama, pero se casó con otro para olvidarlo y este otro los agarra flirteando en su sillón, y sin embargo no le parte la cabeza porque es bueno, y la negra llora y la audiencia se conmueve porque está enamorada y el amor lo justifica todo, o no?. Y esa es la parte que no entiendo.

La gripe me fue consumiendo, gripe o lo que sea que me mutiló la garganta y las ganas de vivir.

También comencé a pensar que poder disfrutar de 24 horas solo sin que suene el teléfono o entre alguien o alguien te haga algun reclamo o lo que sea es un suplicio cuando uno se siente solo, pero es un lujo enorme cuando uno se siente bien. Que nadie te moleste en una ciudad plagada de imbéciles es un lujo. La soledad es un bien preciado que pocos saben disfrutar, la soledad te da match 1.

Qué divergente y poco productivo.

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