"¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol
    verdadero ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo, aunque
    tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más
    humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant
    ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al
    pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada."

Otro fragmento de "la tabaquería", de Pessoa. Impresionante.

Sobre...