Soy una bola de carne en la noche, machacada y reventada contra una pared. Las ideas transpiran, pero ninguna se detiene en la cabeza. Nada aterriza, hace rato, nada vuelve, todo vuela y desaparece, avioncitos de papel kamikazes que salen de mi mente y se estrellan en otros horizontes. Los hijos de mis ideas ancianas que no volverán al hogar, mientras te miro aunque estés lejos, aunque sea imposible mirarte.

Anoche soñé que era una esfera de cristal atravesando las paredes, los objetos, cortando camino, línea recta, no se bien hacia dónde, pero iba a toda velocidad, todas las texturas atravesadas, los respiros de los lugares dónde todo el material para atravesar es el aire, habitaciones, calles, edificios con nuevas habitaciones, paredes de ladrillo, cemento, frascos.

Creo que quería alcanzarte, creo que quería hacer todo lo posible por alcanzarte antes de desaparecer para siempre de este lugar. Justo como ahora.

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