domingo para olvidar

Hambre: muchísimo.
Posibilidades de adquirir comida atinada (al menos de domingo) a esta hora: nula.
Sueño: Bastante, pasado de sueño por dormir de más.
Depre: cantidad necesaria.
Trabajo para hacer: mucho.
Gente a mi alrededor: Cero.

Nadie llamó, nadie avisó, nadie despertó, nadie apareció. Podría haberme quedado durmiendo para siempre, un domingo poco usual, normalmnente rodeado de familiares, ahora rodeado de fantasmas de la casa.

Comienzo a sentir el "calorcito" de la vida en modo solitario. Me asomo a la calle, nada de nada de nada. Leo el diario en internet, ahora será tomarme un vaso de agua, y después sumirme en el ronroneo desconsolador de la PC.

Hace hambre.

Sobre...