7:22

Qué ganas de dormir y que qué ganas de no dormir. Me desperté solito a las 7 am, ya no sé si puedo volver a dormirme, trataré de hacer el intento, restos de un tinto que convivió un largo tiempo rodeado de roble, y el paladar seco, como si toda el agua de mi cuerpo hubiera salido por mis ojos, para nunca más volver.

A veces uno no sabe, para nada, cómo responder a la vida.

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