7 am

Hoy decidí, como no suele ocurrir seguido, hacerle caso al despertador. Despertarme a las 7:00 am, y levantarme. Claro, normalmente apago el despertador, callo las voces de mi interior e incluso la de mi madre, y sigo soñando.

Hoy decidí tratar de llevarme los sueños a este lado del espejo, a la vida cotidiana. Sacarlos a pasear un rato al sol de la mañana. Y lo logré. Evité quedarme durmiendo encerrado en el laberinto onírico y salí con pie firme al asfalto.

Debo reconocer que tuve una pequeña ayuda. Anoche me quedé dormido totalmente vestido. Eso tal vez sirvió de grillete para mantenerme de alguna forma adherido parcialmente a este mundo.
Como sea, en primavera el aire de la mañana, el sol trepando, los árboles en su máximo verdor, el jugo de naranjas de desayuno, son cosas que rankean. Espero acordarme de todo eso mañana, cuando el despertador me grite una vez más: 7:00 am!!!

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