Un día te das cuenta de que allá lejos y hace tiempo, te salvaron la vida de la manera más patética.
 
Gracias.
 
A aquellos que con su pobreza espiritual y su impericia racional me han enseñado nuevas cosas en la vida.
A aquellos que al pasarme por encima y pisotearme me han dado la oportunidad de levantarme una vez más.
A aquellos que me ponen piedras en el camino, porque me enseñan a mirar por dónde camino.
A aquellos que destruyen mi inocencia y mi actitud teórica con resentimiento.
A aquellos que se cagan en mí porque no les importo o me consideran un imbécil.
 
Gracias por mostrarme el camino correcto con su propio ejemplo, por el opuesto.

Sobre...