En el parque hay unas flores que son como rosas disecadas, como piñas que quieren ser rosas, y andan dando vueltas por el suelo, para que uno las levante y se maraville.
También hay colchones de hojas, para recostarse y absorber parte de la increíble energía de los bosques.
Y hay una acequia que hace ruido de agua y te transporta en sueños a lugares misteriosos y recurrentes.
Todo está en el parque, a 15 minutos de los escapes tóxicos y las bocinas estresantes, de lunes a lunes.

Sobre...