Me aterra sacar las llaves del bolsillo, y tal vez por eso lo hago dos o tres cuadras antes. Me aterra volver a casa.
Dejar el frenesí en la vereda. Nada de lo que el público ha visto es verdad. Fue simplemente un papel. El papel de mi. El papel que tengo que interpretar. Un papel que no me gusta, pero que me hace las cosas más fáciles. Un libreto que me se de memoria y que lo escribí después de memorizarlo. Lo imprimí con tanta presión que las hojas siguientes quedaron surcadas. ¿Si me gustaría hacer otras cosas?. Me gustaría ser un maldito. Me gustaría poder cagarme dos segundos en Neruda, Benedeti, Savater o San Juan. Me gustaría cagarme en mi mismo. En hacer una causa sin efecto. Me gustaría entregarle a alguien mi propia conciencia, en Garamond 10, doble carilla y sangrado de primera línea. Y no hacerme más cargo.

Sobre...