Músicos
Desde hace unos días, el ambiente musical está convusionado por la puesta en vigencia de la ley 14.597, coloquialmente conocida como "Ley del Músico", que reglamenta la actividad de los músicos profesionales. Fue sancionada en 1958, pero vaya uno a saber por qué recién se la reglamentó en mayo del año pasado. Hace poco se levantaron voces a favor y en contra de la norma, que determina el empadronamiento y matriculación de los interesados, previo examen de aptitud.
Un grupo de 17 músicos (entre ellos, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Marcelo Moguilevsky, Fernando Tarrés y Adrián Iaies) se manifestaron en oposición a esta ley y convocaron a sus colegas a participar en las asambleas que llevan a cabo los lunes, a las 18, en el auditorio del hotel B.A.U.E.N. El llamado está siendo un éxito: anteayer, el salón fue insuficiente para albergar a todos los interesados en el debate.
Para Moguilesvsky, "según esa ley no podremos trabajar sin la credencial, si es que somos idóneos, y si no le exigimos a los boliches que nos paguen por la ventanilla del sindicato y hagan sus aportes". Diego Boris, otro de los principales opositores, plantea varias preguntas: "¿Existe el ejercicio ilegal del arte? ¿Por qué se le da tanto poder a un gremio (la SAdeM, Sociedad Argentina de Músicos) que no es representativo?". Algunos miembros de este grupo fueron recibidos por el presidente Kirchner, quien derogó el decreto que puso en vigencia la ley de marras e invitó a presentar un nuevo proyecto.
Un grupo de 17 músicos (entre ellos, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Marcelo Moguilevsky, Fernando Tarrés y Adrián Iaies) se manifestaron en oposición a esta ley y convocaron a sus colegas a participar en las asambleas que llevan a cabo los lunes, a las 18, en el auditorio del hotel B.A.U.E.N. El llamado está siendo un éxito: anteayer, el salón fue insuficiente para albergar a todos los interesados en el debate.
Para Moguilesvsky, "según esa ley no podremos trabajar sin la credencial, si es que somos idóneos, y si no le exigimos a los boliches que nos paguen por la ventanilla del sindicato y hagan sus aportes". Diego Boris, otro de los principales opositores, plantea varias preguntas: "¿Existe el ejercicio ilegal del arte? ¿Por qué se le da tanto poder a un gremio (la SAdeM, Sociedad Argentina de Músicos) que no es representativo?". Algunos miembros de este grupo fueron recibidos por el presidente Kirchner, quien derogó el decreto que puso en vigencia la ley de marras e invitó a presentar un nuevo proyecto.
Una de las pocas voces a favor de la ley 14.597 fue la de Botafogo, conocido por ser una de las personas que más ha remado en y por la música argentina. En una carta abierta, el guitarrista dice que "el único objetivo de los involucrados en esta arenga es que se derogue la ley. Ideas y proyectos concretos todavía no tienen. ¿Por qué destruir lo que existe, en vez de modificarlo para que contemple todo lo que la ley no contempla?". Y sigue preguntándose si que "a aquellos que estén disgustados con la actual dirección del sindicato ¿se les ocurrió presentarse a las elecciones? Porque problemas ya existían antes de Cromagnon y antes de esta ley. Creo que a las leyes hay que jugarles con sus propias reglas. Si la ley que está vigente exige que estemos matriculados, pues matriculémonos.".
Una cosa es clara: la regulación de la actividad es necesaria. El debate por los derechos y obligaciones de los músicos profesionales está oficialmente abierto.
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- 3:37 a.m.
- by Telex
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