Post espanto

El cerebro retorcido como un paño Ballerina recién abierto. Durante una semana olvidé quién era y qué me ha pasado, olvidé mis gustos y mis defectos (excepto el helado), pero valió la pena. Ahora, recién, lobotomizado, me quedé estupefacto, mirando el techo por lapsos de 3 minutos, y después, como un juguetito a cuerda, vuelvo al camino, y sigo pensando. La semiosis ilimitada se interrumpe a cada ratito. Siento la falta de gramos de materia gris, probablemente entregada en consignación durante la última estrofa de How to dissappear o Low. No puedo escuchar con atención a nadie en el teléfono, no más de diez o quince palabras. Trato de recuperarme. Anoche fue bueno, fue sincero. Life goes on.

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