Todo se dirige a alguien. La conducta es un paquete con moño y una tarjeta de salutación.
Todos se quejan del papel. El envoltorio es muy feo, con dibujos de espinas. Todos lo rompen y no ven la tarjeta, y se olvidan el paquete en algún rincón de la ciudad.
Algún día, alguien va a revisar tu basura y va a encontrar mi dirección.
Ese día, voy a estar sentado solo en el living, tomando un capuchino, la taza sobre la mesa, justo frente a mí.
Ese día va a sonar el timbre. Ese día voy a ser un poco más feliz. Un poco mas humano. Un poco más hombre.

i>Qué utópico... nadie revisa tu basura.<

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