Estaba enfermo. De golpe tuve ganas de salir corriendo, o de comerme un kilo de alfajores hasta reventar, o de mandarme cualquiera. Me puse enfermo de repente. Salí afuera y noté que podía culpar al viento zonda, que según se dice por acá, te pone mala onda y te hace doler la cabeza y no se que. Igual se que por lo menos para mí eso no es verdad.
La verdad es que no encuentro salidas, resoluciones, ideas. Tampoco encuentro mi autoestima. Me gustaría cambiar todo esto por la puta inercia que tengo de tratar de hacer las cosas bien. Igual estoy hecho bosta. Aunque creo que voy bien, me siento como el orto. Tendría que probar de hacer las cosas como el orto para ver si me siento bien. No lo creo.
Días como el de hoy me siento un pelotudo.
Hay gente más pelotuda que yo, es verdad, pero eso no es consuelo para mí.
No se lo que quiero, pero lo quiero ya.
Si se lo que quiero, pero lo que quiero no es lo que quiero querer. No me hace bien. Y tampoco quiero quererlo.
Entonces... haga lo que haga, voy a seguir como el orto.
Porque es así. Porque estoy cansado de esperar que alguien se de cuenta de las cosas
De mis cosas.
Fue... malisimo

Sobre...