No sé a qué jugar, ni cuando, ni cómo, ni dónde. Porque cualquier cosa que se haya parecido a un juego indudablemente ya no lo es. Ya no es una cuestión de signos y señales. Es una avalancha tan gorda que se me cae toda encima y me hace olvidar todo. Me aferro a mí, soy lo único que me queda. Y estoy tambaleando. Estoy completamente perdido. Completamente introyecto, triste, oprimido, hacinado, marginado. Completamente inútil y programado/ble.
Lo que está tácito debe seguir así y la verdad nunca saldrá a luz.
La verdad es una máscara facial de la mentira, una fina capa humectante.
La verdad puede desviar el cauce de un río.
La verdad sabe esperar.
La verdad está a la vista.
La verdad es lo único que me queda cuando no me tengo a mí... cuando no tengo mentiras.
Yo soy una mentira.
Sobre...
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- Published:
- 8:23 p.m.
- by Telex
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