Extremas coincidencias extrañas

Yo soy de Rosario.
Juan es de Rosario y vino a vivir a Mendoza hace 4 meses.
Yo lo conocía a Juan de Rosario, de vista.
Cuando vino a vivir a Mendoza nos juntamos a comer.
Gabriel es de Buenos Aires y vino a vivir en el mismo momento que Juan.
Se conocieron porque son vecinos.
Luego nos empezamos a juntar los tres.

Gabriel conoció, a poco de estar en Mendoza, a una diseñadora que resultó ser mi vecina (Florencia).

La diseñadora le tercerizó el diseño de unas láminas, para una prima de Buenos Aires. Gabriel me mostró las láminas y me pidió una opinión al respecto.

Hace un tiempo me enteré que Juan es compañero de trabajo de una amiga mía de Rosario a quien le había pedido el rastro (Susana).
De paso recuperé el rastro de su hermana (Mariela), otra vieja amiga que es diseñadora, y a quien le tercericé un trabajo en Rosario.

Hablo con Mariela por teléfono y me cuenta que su cuñado y su hermano están en Mendoza y que está parando en la casa de Juan.

El novio de Susana y su hermano vinieron a Mendoza, y se quedaron en la casa de Juan. De paso conocieron a Gabriel y compartieron unos días con él.

Juan y sus dos amigos fueron a Las Leñas porque estos últimos debían encontrarse con una vieja amiga que trabaja ahí y que les conseguía unos pases gratis.

Al llegar a Las Leñas se encuentran con esta mujer.
Se la presentan a Juan, y el novio de Susana dice:
"Acá te traje las láminas"
Va hasta el baúl del auto y saca una carpeta.
Juan se da cuenta que las láminas son las que hizo Gabriel y le comenta al novio de Susana que Gabriel es su vecino y que es el autor del trabajo.

Al preguntarle qué hace con las láminas ahí, el novio de Susana comenta que fueron a llevárselas a Romina, que es quien las encargó y que uno de los motivos del viaje, aparte de las vacaciones, había sido ese.

El contacto en Las Leñas terminó siendo la mismísima prima de Florencia, la que había encargado las láminas a Gabriel hace 2 meses.

Gabriel, Juan, Florencia, Romina (Su prima), Susana, Mariela, su hermano y yo convergimos, misteriosamente, en un punto en el tiempo y el espacio.