B)

Caminé unas cuadras. Sentía una leve sonrisa dibujándose en mi rostro. Un pequeño triunfo personal. Un brindis por los fracasos venideros. Sentí el aroma seco de los pinos aledaños a la Casa de Gobierno. Me envolví en sus sombras y emergí al sol casi primaveral. Pisé losas grises posadas sobre el césped, y un caminito de polvo de ladrillo que me condujo a la zona céntrica de la ciudad. Las nubes se escondían detrás de las montañas azules y blancas. Nevadas. Mientras la música de mis oídos parecía cantada por todos los de afuera. Un auto estiraba un "mi" de bajo, y una mujer azul coreaba el estribillo.

Llegué a un quiosco, y una botella de agua mineral, para la sed, y a peso la botella. Busqué en los recuerdos recientes las montañas llenas de nieve, la gente que no sabe qué hacer con tanta agua. ¿Un peso la botellita? ¿Un peso?.

Bueno.

Y me alejé, con la sensación de una leve sonrisa desdibujándose de mi rostro, y la vergüenza ajena recorriendo todo mi cuerpo.

Sobre...