Estaba ahi tirado y pude verlo todo claramente, ya sin duotono. Sólo había despertado de un profundo sueño de 1-bit. Las líneas eran continuas, sucesiones de puntos. El mundo se había vuelto un lugar desafiante. De pronto puedo leer sus mentes. La gente a mi alrededor me habla telepáticamente, me hace guiños entre la espesura del aire, y yo los ignoro.
La música había cambiado, los discos ya no eran los discos. Las películas eran fragmentos de una nueva vida. Mi vida era otra porque probablemente yo era otra persona. En la calle, codo a codo conmigo, la música venía de las balustras y los ventanales, la gente me aplaudía a su manera y todo era misteriosamente hermoso. Mi pelo ya no era mi pelo, posiblemente había perdido su esencia y se había caído para dar lugar a un hombre relativamente nuevo, con sed de alegría y gozo.

Pasaba los domingos viendo desfiles militares y comiendo galletas de manteca danesas. El té de las 5, unipersonal, un monólogo. La cena light se había convertido en un rito pagano. No había nadie más para verlo pero eso no importaba. La felicidad está en una caja fuerte, guardada en el placard, y probablemente olvidé las llaves en otro pantalón.

¿Quién me sacará del Match 1?

Sobre...