Here comes the crisis.

A veces me pregunto por qué son las 10 de la mañana y yo todavía no me fui a dormir, y a las y media tengo que estar en la facultad. Entonces a la tarde me vuelvo, falto a un parcial, después viene un enano con ojos saltones a hablarme (con poco tacto) sobre cuestiones de regularidad. ¿Qué mierda es la regularidad? Es el camino de los pelotudos, de los mediocres. El que sabe sabe, el que no no. O rinden todos o no rinde nadie. Repodrido-quemiér.
Al enano este de ojos saltones (un enano salteño, como Enrique) se le ocurrió que este trabajo es en grupo. Grupos aleatorios, randómicos, heterogéneos.
Entonces te encontras con recursantes, pelados, ineptos, escapistas, laburadores. Todos con sus mil caras pero con una faceta en común: a todos le chupa un huevo todo porque saben que hay un boludo como yo que se va a quedar despierto toda la noche apretando atajos de teclado en el Photoshop, para ir a plotear 8 horas antes y tenerlo todo listo.

Es como la primaria. Me hace acordar a mis grupos de ciencias sociales de la primaria. Te tocaba con Tetamanzi y te querías cortar un huevo. Porque al loco no solo no le calentaba. No le daba el marulo.

Pobre flaco. Que será de su vida. Seguro que está laburando en un cyber, o en "Billy Lomito", como Juan Marini y su troupe.

Y encima me creo que Central puede salir campeón.

Yo diseñé mi cara de pelotudo.

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