UNA MAÑANA FELIZ
Apagó el despertador dibujando una gran sonrisa en su cara, tomó la precaución de pisar con el pie derecho al bajarse de la cama. Fue hasta el baño, y, mientras orinaba, comenzó a cantar una de Palito Ortega, y así, siguiendo uno a uno los pasos para comenzar bien una mañana y ser feliz, se dirigió al lavatorio, miró su espléndida sonrisa en el espejo, abrió la portezuela del botiquín, tomó la 45 mm que estaba entre el enjuague bucal y las gotas de nariz, la introdujo en su boca, por lo que se le modificó ligeramente la sonrisa, y apretó el gatillo.

Sobre...