Durante los últimos 15 minutos soy la persona más patética del mundo
Durante las últimas 12 horas soy el náufrago más abandonado de todos
Durante los últimos 7 días soy el proyecto más indefinido de mi propia existencia
Durante los últimos 6 meses soy una chispa en una fosa abisal
Durante los últimos 2 años soy nadie sin nadie
Durante el resto de mi vida
, el resto desde hoy o desde ayer. O desde mañana. Durante ese resto, manifiesto que, voy a cometer los mismos errores y a sentirme igualmente solo, a ser odiado por la misma gente y vanagloriado por diarios do menores.
Manifiesto que no tengo solución.
Manifiesto que dudo de las proezas mías y ajenas, que en la mañana veo diapositivas, que mi perro susto parece estar senil y me recuerda al futuro de mi, que mi abuelo a mi edad era igual a mi y que hace un par de meses escribió en su computadora a los mil años algo importante para el siglo XXI, que mis remeras son todas regaladas, que mi brazo se adormece cotidianamente, que mis sueños son la función cuadrática de mi tristeza, que las paredes no contestan y que las guitarras no besan.
Que una vez me acerqué a una chica y me explotó la cara.
Que una vez incendié un tacho, golpeé a un ciego, me sobraron dos palomas, me caí en una acequia.
Que todavía me metería en un seminario.
Que una vez me acerqué a una chica y era amiga.
Que una vez todos fueron indiferentes.
Que me perdí en la ciudad, que me robaron una gorra el mismo dia que esa chica amiga olía el pelo de un amigo.
Que me quisieron golpear varios ancianos, que me esquivaban todos y hacían como que yo no existía, que se humedecía mi almohada en la noche.
Que una vez me acerqué a una chica y me olvidó en el medio de una fiesta.
Que siempre pensé que hay recompensa.
Que me trataron como una basura.
Que no veo recompensa.
Que a nadie le gustaba mi saco.
Que me tiraron muchos globos encima en público.
Que me subí a una estatua de San Martín.
Que salí desnudo a la calle.
Que un vez una chica me enseño a jugar al badmington con el amor.
Que en invierno uso pijama, que tengo un calzoncillo blanco, que se me hacen ronchas en el cuello.
Que me embriagué en casa solo en la tarde, que quiero bajar temas de Edith Piaf, que se desafinó mi guitarra en vivo.
Que una vez una chica soñaba conmigo pero no la podía tocar.
Que soy un proto gay maníaco depresivo piromaníaco cleptómano.
Que estoy riéndome porque tengo ganas de llorar, y llorando porque tengo ganas de irme a cualquier lado a dormir.
Que ya no puedo hablar.
Y que todo lo que escribí alguna vez en una libreta rosa se borró, se voló, se mojó, se murió.

Que una vez pude.

Sobre...