Ahora deseo detenerme un momento, y escuchar los sonidos del espacio. Quiero también que ustedes los escuchen, que oigan el sonido del universo oscuro y profundo, que fluye en invisibles ondas, como las ondas que produce una hoja seca al caer en la tranquila superficie de agua de una laguna. Las ondas de televisión, como las de radio, se expanden en todas direcciones, cubriendo áreas circulares, como las ondas en el agua, y si son lo suficientemente fuerte, pueden viajar por el espacio, y llegar a varios años luz de distancia de la tierra, digamos a estrellas cercanas, es decir, a sistemas planetarios, y por último, con mucha imaginación, a posibles seres habitantes de otros mundos.
Tenemos que considerar que esa señal viaja a la velocidad de la luz, por lo que para llegar a algún punto que se halle a, digamos, treinta años luz, esta señal debería tardar treinta años en llegar a dicho punto.
Una estrella llamada Vega, se encuentra a 26 años luz de distancia, o sea que gran hermano podría estar llegando a ese sistema planetario en 26 años.
Ahora bien, si existieran seres capaces de entender y decodificar las señales de televisión, como única forma para comunicarse con nosotros, ¡¿qué pensarían de este mundo y sus habitantes, con programas tales como gran hermano, o el show de videomatch, o cualquier otro programa que se les ocurra, incluso los noticieros, o las series de patético humor y contenido???
Por suerte, lo que piensen, como mínimo lo recibiríamos veintiseis años después, es decir, en el 2050 aproximadamente. Eso claro, contando que la señal la comenzaran a recibir recién hoy. Si las ondas las recibieran desde hace años, no sería muy diferente su opinión.
Quizá pensaran que somos una raza condenada a la autodestrucción, una raza de estúpidos.
Y yo realmente muy a menudo lo pienso...

Sobre...