Una de las situaciónes de mayor estrés que suelen sucederme a menudo es ésta por la que estoy pasando. Vengo caminando tranquilo por la vereda y viene a mi mente una nueva melodía, una canción magistral. Una canción que si pudiera hacérsela escuchar a alguien me diría: "Eso se te ocurrió a vos?"
El riff de bajo mata, un loop casi incesante bajo un colchon de guitarras cortantes y sostenidas (dos guitarras). La bata en 4/4, acentuando el último tiempo, y al final de la vuelta remata con dos golpes... y ahí cambia el clima, como a cuchillos sangrando, cuchillos oxidados. Y la voz, una melodía nueva, una letra única. Cuchillos sangrando.
Espero que esto me lo recuerde. Porque mañana... mañana ya no recordaré nada de hoy.

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