Nadie está dispuesto a leer más de 3 líneas en Internet, menos a $1.09 la hora. Aunque ese precio es fluctuante, puede bajar, siempre tengo esa esperanza. Eso serían 5 minutos más de conexión. Un pucho más. Una página más. Un mail más. El valor de esos cinco minutos es inexplicable. Es el tiempo que me falta para hacer todas las cosas que iba a hacer en Internet. Y no hago nada. Cada hora de internet es como un día de la vida. Reviso las cosas: uno dos y tres. Leo el diario. Hablo de paracaidistas soviéticos con alguien. Miro el messenger. Entro al weblog, publico y me voy. Estoy hablando mucho. Superé mi crédito de 3 líneas. Siento culpa por no haber podido controlarlo. Es mi corazoncito católico apostólico romano.

Sobre...